Rebecca es una de las últimas comensales que ha visitado First Dates, el programa de citas de Cuatro. Viajó al plató de televisión desde Ibiza, donde hace años que sus padres, de origen inglés, se conocieron y enamoraron. Es camarera en la isla y tiene muy claras sus prioridades, entre las que se encuentra su pasión por la cirugía estética: "La gente se cambia el color del pelo y yo me cambio la forma de la cara cuando me apetece", confiesa.

La ibicenca se considera una mujer alocada y que en ciertos momentos hace cosas que no debe. Según explica, en el amor está buscando a un hombre que físicamente sea alto y masculino, pero que también le haga reír. Además, otro requisito que exige es que sea pulcro, no le gustan los hombres que no son higiénicos, que llevan la ropa o las zapatillas sucias, o unas "deportivas falsas".

En el ámbito sexual también tiene muy claro lo que quiere. O mejor dicho, lo que no quiere. Rebecca ha revelado el tipo de pene que no quiere encontrarse ni en pintura: "Una polla lápiz, que es una polla muy fina y alargada, que da grima". La camarera ha aclarado que tanto ella como sus amigas están de acuerdo en que rechazarían a un hombre en ese caso: "Una polla lápiz no es un pene, es una pena".

No obstante, la de Ibiza parece haber quedado contenta con su cita, Guilherme, un brasileño que ella considera que tiene que ser "un toro". Y parece ser que no se equivoca, ya que él ha condesado que "no podría vivir con una mujer" que no le diera sexo, y que según su opinión "el sexo es el 90% de una relación". Desde luego Rebecca se mostró encantadísima porque piensa que los hombres de Brasil son "apasionados y morbosos".

Después de la cena, en la que ambos se han mostrado muy cómodos el uno con el otro, han jugado a las 'Bolas del Amor', y les ha tocado morrearse. Guilherme, en un principio se ha mostrado un poco tímido y parecía que no tenía muy claro cómo abordar la situación, pero Rebecca se ha lanzado de inmediato. Los dos han decidido al final, darse otra oportunidad con una segunda cita.