El bote de Pasapalabra llega el lunes 27 de febrero a una cifra histórica que bate todos los récords del concurso: el gran premio alcanzará los 2.194.000 millones de euros y, con ello, rebasará en cuatro mil euros el mayor bote jamás entregado por el programa.

Aquel premio histórico se dio en 2006 y fue para Eduardo Benito, que consiguió el bote el primer día que participaba en Pasapalabra, concurso que actualmente se emite cada tarde, de 20.00 a 21.00 horas y de lunes a viernes, en Antena 3.

Qué hacían Rafa y Orestes en aquel bote de Pasapalabra

Aquella marca se superará por vez primera el lunes 27, algo que ha desatado una expectación máxima entre el público de Pasapalabra, que desde hace meses crece imparable ante el interés generado por saber quién se lleva tal cantidad de dinero.

De hecho, Pasapalabra suele registrar unos números espectaculares de audiencia cada día, se ha convertido en el programa más visto de su franja horaria e incluso se anota con frecuencia el ansiado Minuto de Oro de la televisión en España. No es para menos porque lo que hay en juego es una auténtica fortuna.

En Pasapalabra, además, la ocasión se está viviendo como un momento histórico, algo que no se producía desde hace 17 años: mucho tiempo. Los concursantes, Rafa y Orestes, que llevan meses enfrentándose en el rosco de Pasapalabra por hacerse con este suculento bote, eran apenas unos niños. ¿Dónde estaban y qué hacían cuando Eduardo Benito se llevaba el bote más alto jamás entregado en Pasapalabra?

Pues, pese a su protagonismo en este nuevo bote histórico, ninguno de los dos lo recuerda con claridad porque ambos eran muy jóvenes. Rafa Castaño tenía 16 años en aquellos momentos y admite que no vio el programa. "No lo vi en directo", reconoce.

Orestes y Rafa llevan meses peleando por el bote de Pasapalabra.

Por su parte, Orestes Barbero confiesa que él ni siquiera veía el programa. "Tenía 9 años y podía ver Pasapalabra algún día suelto", pero sin continuidad porque, en aquel entonces, sus preocupaciones eran otras.

Ahora, ambos se confiesan "presionados" por conseguir un bote que se les resiste desde hace meses y que, obviamente, ansían con entusiasmo. Quién se llevará finalmente el bote de Pasapalabra es algo que todavía está por descubrir.