Hace poco más de un mes que Rafa Castaño ganó el bote de Pasapalabra y, pese a que el ruido que generó su triunfo en redes sociales se ha acallado un poco, todavía son muchos los seguidores del programa (sobre todo de su rival, Orestes Barbero) que acusan al programa de favoritismo con el sevillano.

Desde que Rafa Castaño ganó el bote de Pasapalabra el pasado 16 de marzo y se embolsó los 2,272 millones de euros que acumulaba, las acusaciones de tongo se han sucedido aunque, eso sí, cada vez se oyen menos.

Acusaciones de tongo en Pasapalabra

Muchísimas personas fueron las que se quejaron de que Rafa Castaño, que completó todo el rosco de Pasapalabra de un solo tirón y ni siquiera dejó a Orestes que comenzase el suyo, había jugado de manera totalmente inhabitual en él.

Hasta ese momento, el sevillano siempre había sido extremadamente prudente a la hora de contestar a las definiciones para evitar errores en la medida de lo posible. Sin embargo, aquel día no dudó ni un solo instante al responder y, de una única jugada, completó el rosco de Pasapalabra y se hizo con el bote para sorpresa de todos. Jamás nadie había conseguido una proeza igual.

Rafa Castaño y Orestes Barbero, durante su participación en Pasapalabra.

Pero no sólo era esta circunstancia de la que se dolían los seguidores del programa de Antena 3, puesto que desde hace mucho había protestas en las redes sociales sobre la dificultad mayor o menor de cada rosco. Los fans de Orestes acusaban siempre al concurso de entregar los roscos más fáciles a Rafa y al revés: los seguidores del sevillano insistían en que era Orestes quien recibía un supuesto trato de favor por parte de Pasapalabra con unos roscos muy sencillos.

Ahora, tras todos estos dimes y diretes, que se han seguido prolongando durante un mes (el tiempo que hace que Rafa Castaño ganó el bote de Pasapalabra), el jefe de guión del concurso ha hablado sobre lo que ocurrió aquel día.

Cómo se hace el rosco de Pasapalabra

Borja Pérez ha explicado cómo se elabora cada rosco de Pasapalabra y por qué no hay truco en ellos. Y es que el equipo de guionistas prepara a conciencia las 25 definiciones, en las que siempre incluyen palabras más difíciles de las que casi cualquier persona podría acertar.

En este grupo de preguntas se incluyen los apellidos de personajes más o menos famosos con profesiones más o menos conocidas (no es extraño que pregunten el apellido del arquitecto que diseñó unos determinados jardines en Tokio o el de un ministro francés del siglo XIX, por ejemplo). Aunque también entran en este apartado las definiciones extremadamente complicadas de nombres de insectos, herramientas o instrumentos musicales, entre otras.

Es lo que ocurrió con el rosco de Pasapalabra que el 16 de marzo resolvió Rafa Castaño. Las 25 preguntas incluían al menos cinco cuestiones muy complicadas de contestar, como el del rosco que hubiera tenido que enfrentar Orestes de tener oportunidad.

Rafa Castaño con Orestes y Roberto Leal el día que completó el rosco de Pasapalabra y ganó el bote.

Y es que, según ha revelado el jefe de guión de Pasapalabra, su equipo prepara los dos roscos sin saber a quién irán destinados. Los definen, los revisan y, cuando finalmente tienen el ok, se adjudican al equipo azul y al naranja de manera aleatoria. El siguiente paso, el de saber quién comenzará a responder el rosco de Pasapalabra, lo decide exclusivamente la suerte, ya que es el concursante que más segundos tiene el que da inicio a esta prueba.

Aquel día fue Rafa Castaño porque era él quien tenían más tiempo. Si hubiese sido Orestes, quién sabe si las cosas ahora serían de otra forma. Pero lo importante es que aquel rosco, el que resolvió el sevillano, bien podía haberle tocado a Orestes Barbero y bien podía haber sido éste quien empezase a resolverlo.