Muchos concursantes de Pasapalabra se convierten casi casi en un miembro más de la familia gracias a que, tarde tras tarde, se cuelan en nuestras casas a través de la pantalla de televisión. Les sucede, sobre todo, a los concursantes que más tiempo pasan en el plató y que durante más tiempo compiten por completar el rosco y llevarse el bote de Pasapalabra.

Ocurrió con Rafa Castaño y Orestes Barbero, que estuvieron durante meses y meses luchando por llevarse el gran premio del concurso de Antena 3 hasta que, finalmente, el primero logró la victoria y se embolsó los 2.272.000 euros que tenía acumulados el bote.

Los concursantes de Pasapalabra

Son muchos los concursantes de Pasapalabra que se han quedado en el recuerdo de la audiencia del concurso, independientemente de la etapa en la que estuviesen en el programa, puesto que éste se ha emitido en varios canales de televisión.

Pablo Díaz o Jero Hernández son, desde luego, dos de los más conocidos y reconocidos, no sólo porque son relativamente recientes en el primer caso mencionado, sino también porque ha seguido muy en contacto con Pasapalabra (en el segundo), volviendo a los especiales que se realizan de tanto en tanto y actuando a modo de mentor de otros concursantes muy queridos, como Orestes.

La historia de Pasapalabra está repleta de concursantes que han dejado escrito su nombre a fuego en el concurso, por unas circunstancias u otras. Los hay que se quedaron en la mente del público de Pasapalabra por ganar el ansiado bote, otro (Miguel Rodríguez) porque se llevó el gran premio y poco después entró en la cárcel acusado de estafa, y otro más por las trágicas circunstancias en las que se vio envuelto su paso por el concurso, ya que falleció poco antes de que se emitiese el último programa en el que participó.

Fue en el especial Nochevieja de 2014 que la cadena que en aquellos momentos emitía Pasapalabra había organizado con motivo de la Navidad. El concurso estaba grabado y, poco antes de emitirlo, el concursante falleció inesperadamente de un infarto.

Tomás San Bartolomé, en el especial de Nochevieja de Pasapalabra, en 2014.

Era Tomás San Bartolomé, que murió apenas dos días antes de la emisión del programa. De hecho, la situación fue tal que la cadena consultó con su familia sobre la conveniencia o no de emitir el programa dada la cercanía de su muerte. Pero la familia consideró que el mejor homenaje que podía ofrecerle tras su inesperado fallecimiento era, precisamente, emitir Pasapalabra tal y como se grabó y se tenía previsto. Y así se hizo.