Noche tras noche cientos de miles de personas se sientan frente al televisor para disfrutar de uno de los programas más anecdóticos de la parrilla: First Dates. El formato de Cuatro reúne a sus invitados, que buscan el amor en una romántica velada, que bien puede ir sobre ruedas, pero que también en muchas ocasiones acaba siendo un verdadero desastre. 

Los espectadores de First Dates están acostumbrados a conocer a través del programa a personajes de lo más pintorescos. A menudo los carácteres de quienes se sientan en la misma mesa para disfrutar de la cita a son demasiado incompatibles. Por otra parte, otra situación que suele darse es que la tensión sexual entre ambos se palpa incluso a través de la pantalla. Sea como sea, siempre se acaban generando situaciones de lo más surrealistas en el plató 'del amor'

Uno de los últimos concursantes, Carlos, ha protagonizado una situación de lo más polémica. Ha tenido una cita con Esther, y es cierto que desde el primer momento se ha palpado la tensión entre ambos, y no precisamente positiva. Nada más conocerse, él le ha cogido del brazo mientras hablaban, y ella ha manifestado que el gesto no le ha gustado para nada: "No me toque ya", le espetaba.

Más tarde, cuando había llegado el momento de decidir si querían darse otra oportunidad, Esther se ha sincerado y ha dicho que, debido a la distancia de kilómetros que separaba a ambos, no veía factible seguir conociéndose. Por su parte, Carlos ha sido bastante más grosero, y ha explicado que el motivo que le ha llevado a no querer una segunda cita ha sido que ella "tiene arrugas en la cara", algo completamente fuera de lugar teniendo en cuenta que él es un anciano de 84 años.