Noche tras noche cientos de miles de personas se sientan frente al televisor para disfrutar de uno de los programas más anecdóticos de la parrilla: First Dates. El formato de Cuatro reúne a sus invitados, que buscan el amor en una romántica velada, que bien puede ir sobre ruedas, pero que también en muchas ocasiones acaba siendo un verdadero desastre. 

Los espectadores de First Dates están acostumbrados a conocer a través del programa a personajes de lo más pintorescos. A menudo los carácteres de quienes se sientan en la misma mesa para disfrutar de la cita a son demasiado incompatibles. Por otra parte, otra situación que suele darse es que la tensión sexual entre ambos se palpa incluso a través de la pantalla. Sea como sea, siempre se acaban generando situaciones de lo más surrealistas en el plató 'del amor'

Álex y Miriam son dos de las personas que han acudido a First Dates en busca del amor. Los dos tienen 23 años y viven en Barcelona. Él se siente muy bien consigo mismo en el aspecto físico, aunque considera que lo que más le ayuda a ligar es su labia. No obstante, la apariencia física es algo importante para él, y por eso está buscando a una mujer que sobre todo tenga un cuerpo estético y que sea guapa. Además, le gustaría que llevara un estilo de vida similar al suyo.

Por su parte, Miriam se define a sí misma como "una choni con estudios", y dice que busca a "un cani con estudios". No obstante, considera que esa búsqueda es complicada, ya que los chicos que cumplen el prototipo de cani y que le gustan físicamente, por lo general, no han cursado estudios superiores, y que "no suelen ser buenos chicos". En el plano sexual, ha reconocido a su cita que también le atraen las mujeres, pero que le gustan más los hombres.

A Álex no le ha terminado de gustar el cuerpo de Miriam, y es que ha confesado que se esperaba coincidir en el programa con una chica "más de gimnasio". Sin embargo, ha considerado que de la catalana podría acabar encajando en su prototipo. En cuanto a ella, ha compartido que le había dado la sensación de que Álex era más mayor, y él en el momento en el que se lo ha dicho no sabía si tomárselo o no como un cumplido.

Parece que Miriam tampoco acabaría de encajar en el otro propósito de Álex, el del estilo de vida. La joven ha dicho que le gusta mucho la fiesta y que sale bastante asiduamente, algo que él no, ya que ha asergurado que, pese a que también le gusta salir, lo hace de vez en cuando y únicamente en ocasiones especiales. Además, él explica que tiene poco tiempo libre, y es que trabaja por las mañanas y estudia en la universidad por las tardes.

A la de Barcelona le ha gustado que Ález sea un chico con aspiraciones en la vida, y también descubrir que ambos estudian en la misma universidad. Él, pese a que ella dista un poco de lo que anda buscando en una chica, también le ha hecho saber que estaba "muy a gusto" con cómo se estaba desarrollando la cita.

Durante la velada también han tenido tiempo de hablar de relaciones pasadas. Ella ha lamentado que nunca ha tenido una relación seria porque siempre se fijaba en chicos que no le trataban bien y que le acaban mandando "directa al psicólogo". Él, por su parte, sí que ha tenido una relación más estable, aunque confiera que ésta se dio "de rebote". Además, se ha sentido más tranquilo cuando ella ha compartido que buscaba a un buen chico porque considera que él no es un "chulito".

Álex y Miriam en la decisión final de First Dates. Cuatro

Cuando ha llegado el momento en el que les han dejado la cuenta, ella se ha adelantado y le ha dicho que quería que pagarán a medias la cena, ya que no le gustaba que los hombres le pagaran todo. No obstante, unos instantes más tarde se ha dado cuenta de que se había dejado el bolso, y le ha pedido a Álex que pagara. Él, por su parte, ha dicho que no iba a invitar a nadie: "Solo tengo 20 auros", responde.

En el momento de la decisión final, los dos han reconocido que, pese a no darse una buena primera impresión, a lo largo de la cena han ido sintiéndose más cómodos y han llegado a la conclusión de que querían seguir conociéndose con una segunda cita.