Sorpresón en Pasapalabra: Manu gana el rosco

Nacho lo intentó todo

Nacho pierde el rosco de Pasapalabra.

Nacho pierde el rosco de Pasapalabra. / A3

El rosco de Pasapalabra es una de las pruebas más interesantes y con mayor emoción del programa. No en vano, es en ella en la que los concursantes optan a llevarse el bote, que actualmente acumula una cifra próxima al millón de euros.

Ganarlo o perderlo puede ser sólo una cuestión de suerte; depende de cómo se empiece la prueba y sobre todo de cómo se desarrolle, aunque también influye mucho la actuación del rival: muchas respuestas consecutivas del contrincante pueden hundir al aspirante que va más poco a poco pero, en realidad, lo único que importa es cómo acaba el rosco de Pasapalabra. Y el último ha sido toda una sorpresa.

Así fue el rosco de Pasapalabra

Nada más comenzar el rosco de Pasapalabra ya se adivinaba que iba a ser singular. La prueba empezó fatal para uno de los concursantes, Nacho, quien nada más iniciar sus respuestas metió la pata.

Fue en la A y, aunque no dudó al contestar, lo cierto es que falló la definición y eso le condicionó el resto del rosco. No es para menos: sabía que sus opciones de conseguir el bote ya estaban perdidas, pero aún podía ganar el rosco de Pasapalabra si Manu tenía algún despiste, como él, o si le ganaba en número de aciertos.

Así que, ni corto ni perezoso, siguió respondiendo concentrado y cuidadoso. Y lo hizo con tal resolución y buen hacer que en su tercer turno consiguió la friolera de siete respuestas correctas consecutivas.

Nacho Mangut había empezado mal pero le plantaba cara a su adversario: si quería conseguir el bote o el rosco, tenía que ganárselo.

Manu, mientras tanto, contestaba con prudencia para intentar evitar cualquier fallo que nivelase de nuevo a ambos concursantes. Sus turnos fueron buenos, de entre 4 y 3 respuestas consecutivas cada vez, hasta llegar a la segunda vuelta.

Ambos comenzaron el segundo recorrido del rosco con idénticos aciertos y muy motivados, pero a Nacho le lastraba el error inicial. Así que cuando Manu se plantó en 22 aciertos, al extremeño no le quedó más remedio que intentar alcanzarlo.

Manu, en Pasapalabra.

Manu, en Pasapalabra. / A3

En esos momentos, Nacho tenía sólo 21 aciertos y respondió correctamente a otra definición más: ya tenía 22 aciertos. Pero para superar a su rival, dado que en su haber había un fallo, necesitaba anotarse otra letra y pasar así a Manu. Ante sí, tres definiciones y ganas de dar batalla.

Nacho se lanzó a por la siguiente definición, consciente de que necesitaba acertarla para superar a Manu y ganar el rosco. Pero no, también falló y el segundo error subió a su marcador. Aún así, con otro acierto, superaba a su contrincante. Nada: de nuevo un fallo. Y una tercera definición... que tampoco respondió bien y, finalmente, el rosco de Pasapalabra fue para Manu.

El madrileño llevaba tiempo perdiendo el programa y enfrentándose a la temida silla azul. Por esta vez, podrá relajarse y ocupar la silla naranja, sin temor a fallar y ser expulsado de Pasapalabra. En ese lugar estará Nacho, que tendrá que jugar bien para seguir en el concurso.

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