Aurora llega con fuerza a Pasapalabra tras la derrota de Manu

Pasapalabra ha estado dominada hasta ahora por dos grandes concursantes, Manu Pascual y Nacho Mangut, que desde hace meses se enfrentan todas las tardes de lunes a viernes en el programa de Antena 3 por un bote que cada vez está más próximo al millón de euros.

Pero basta un resbalón de alguno de los aspirantes para que lo que hasta entonces era un brillante concursante pase a ser sólo un recuerdo. Manu Pascual, que recientemente consiguió ser centenario en Pasapalabra, bien lo sabe.

A la silla azul de Pasapalabra

El madrileño, que entró en el programa antes que su rival y llevaba más de 55.000 euros acumulados, se enfrentó a un rosco en el que fue superado por Nacho, algo que le condenó a tener que sentarse en la silla azul en el siguiente Pasapalabra.

Así que el miércoles 9 de octubre, Manu tuvo que sacar su mejor talante y sus nervios más templados para hacer frente a una prueba que podía ponerlo de patitas en la calle. No en vano, la silla azul es la única prueba eliminatoria de Pasapalabra. Eso y que tu contrincante se lleve el gran premio, puesto que según las reglas del programa, cuando uno de los dos concursantes gana el bote de Pasapalabra, tanto él como su rival deben abandonar el concurso.

La silla azul de Pasapalabra consiste en un duelo a dos. Un aspirante nuevo llega al plató y elige la letra con la que va a jugar. Frente a él, el concursante que perdió el rosco en el programa anterior, quien debe quedarse con la letra que no ha sido seleccionada por su rival.

A partir de ahí, una carrera de definiciones en la que sólo se permite un fallo; al segundo, el concursante queda eliminado y debe abandonar inexcusablemente el programa. Así las cosas, la prueba de la silla azul es un momento de gran tensión en el que los concursantes se juegan su permanencia y en la que tienen que sacar todas sus ganas para superarla y seguir adelante.

Manu Pascual se enfrentó precisamente a esa situación en el último programa, cuando tuvo que ir a la silla azul para defender su posición en Pasapalabra. Frente a él estaba una aspirante: Aurora, una joven trabajadora social procedente de Sevilla, concretamente de Alcalá de Guadaira, el mismo pueblo del que es originario el presentador, Roberto Leal.

Según explicó Aurora, su llegada a Pasapalabra estuvo motivada por su novio. "Ha sido él quien me retó. Me dijo que a ver si me atrevía a ir al cásting, que igual no era capaz", relataba la joven sevillana a Roberto Leal. Pero Aurora sí lo fue, se presentó a la selección de concursantes y acabó entrando en Pasapalabra para intentar arrebatarle el lugar a Manu.

Eligió la letra F para empezar a jugar y entregó a Manu la letra G. Sin embargo, y pese a la concentración que mostró Aurora, ésta prontó cometió un pequeño fallo y se puso al borde del precipicio: otro error y Aurora quedaría eliminada. Y apenas dos definiciones después, ese fallo llegó y la sevillana tuvo que dejar Pasapalabra para alivio de Manu, que recuperó su sitio en el equipo azul.