Manu dice adiós al bote de Pasapalabra

El madrileño se queda sin el triunfo

Manu felicita a Rosa tras el rosco de Pasapalabra.

Manu felicita a Rosa tras el rosco de Pasapalabra. / A3

Pasapalabra está que arde con un bote que está a punto de llegar a los 1,5 millones de euros. Manu y Rosa son los concursantes de Pasapalabra que, desde hace meses, se enfrentan cada tarde por hacerse con este suculento premio, que no está al alcance de todo el mundo.

Y es que cada vez es más difícil ganar el bote de Pasapalabra. En el rosco, la prueba final y la única que da acceso al dinero acumulado, siempre hay varias palabras ocultas entre las 25 definiciones que son casi imposibles de saber o, al menos, extraordinariamente complicadas.

Y eso si los concursantes están con todos sus sentidos puestos en el juego; en caso contrario, la cosa todavía se enreda más y puede ocurrir lo que le ocurrió a uno de los concursantes, Manu, durante el último programa: "Estaba muy despistado", reconoció tras asumir que ya no tenía nada que hacer en Pasapalabra.

El rosco de Pasapalabra

Las diferencias entre Manu y Rosa a la hora de participar en el concurso son notables. Ambos son prudentes y apenas arriesgan si no es estrictamente indispensable o, en caso contrario: si no se juegan nada.

Aún así, tal vez podría decirse que Rosa es aún más cautelosa que su rival a la hora de responder a las preguntas del rosco de Pasapalabra, aunque los dos piensan muy detenidamente todas y cada una de sus respuestas.

En el último programa de Pasapalabra, Rosa empezó a contestar las palabras del rosco debido a que su equipo fue el que más tiempo consiguió en las pruebas previas. Sin embargo, y pese al supuesto avance que esto puede ofrecer al aspirante, la gallega apenas aprovechó esta ventaja.

Rosa respondió apenas dos definiciones antes de solicitar cambio de turno y su contrincante, Manu, actuó de idéntica forma. No obstante en la segunda tirada del madrileño ya se empezaron a advertir las diferentes estrategias que ambos seguían.

Manu realizó varios turnos con cuatro aciertos consecutivos e incluso alcanzó siete palabras seguidas de una sola tacada. De hecho, en apenas seis turnos, el madrileño ya había entrado en la segunda vuelta del rosco de Pasapalabra con 20 palabras correctas en su haber.

Rosa, por su parte, pidió una vez tras otra cambio de turno y se plantó en la segunda vuelta del rosco mucho después y con muchas más definiciones aún por resolver, puesto que sólo contaba con 17 aciertos.

Rosa y Manu, en el rosco de Pasapalabra.

Rosa y Manu, en el rosco de Pasapalabra. / A3

Una vez que ambos estrenaron la segunda vuelta al rosco de Pasapalabra, se evidenció la prudencia de la que tanto Manu como Rosa hacen gala, ya que ninguno se atrevió a responder a las primeras de cambio a las definiciones que aún tenían pendientes.

La gallega, poco a poco, fue resolviendo las palabras hasta alcanzar a su rival, quien finalmente se decidió a resolver una de las preguntas aunque no estaba del todo seguro. Pese a todo, Manu acertó y se anotó una palabra correcta más: ya eran 21 frente a las de Rosa, siempre por detrás en el marcador.

Al cabo de unos segundos, Manu desveló por fin su estrategia y decidió plantarse. Rosa perdía, pero no le quedaba otra opción que arriesgarse si quería al menos empatar, así que, ni corta ni perezosa, optó por continuar adelante y contestar una nueva definición. La gallega acertó y sumó otro punto más a su marcador, al tiempo que respiraba aliviada.

Luego, el siguiente movimiento parecía ya claro: mantenerse en el empate y repartirse al 50% un premio que podría parecer insuficiente al lado del acumulado del bote de Pasapalabra pero que, dado que implica no tener que sentarse en la silla azul, satisifizo a ambos concursantes por igual.

Así las cosas, en el siguiente Pasapalabra se repetirá el duelo entre Rosa y Manu, puesto que ninguno de ellos se tendrá que enfrentar a un nuevo concursante.

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