No falla. Machistas, homófobos y racistas se dan la mano para escupir su bilis y acosar a quienes apuesten por la diversidad en la ficción. Oleadas de odio de furia y de odio se extienden por las redes, cada vez que se estrena una película o serie donde se opta por poner al frente del reparto a intérpretes del sexo, raza u orientación sexual que estos nuevos indignados no consideran correcto. Hasta hace muy poco, el último objetivo de estos cruzados de la pureza racial ha sido la esperada versión que Amazon Prime ha hecho de 'El Señor de los Anillosexpandiendo el universo creado por J. R. R. Tolkien. A lo pocos días, las hordas del odio encontraron un nuevo objetivo, la versión en imagen real de 'La Sirenita' que prepara Disney con una actriz de color. Son los últimos ejemplos, pero los casos se están acumulando y con el tiempo la lista puede ser más larga que la novela de Tolkien.

Este mismo verano, la diana estaba en Hulka, la versión femenina del gigante verde de Marvel; como unos meses antes lo había sido Mrs. Marvel, la primera superheroína musulmana de la editorial; y antes la inquisidora Reva, una de las villanas de la serie de Obi Wan Kenobi, interpretado por Moses Ingram, y así un largo etcétera. Hasta el spin off de 'Juego de Tronos', 'La casa del dragón', no se ha librado de estos ataques por haber osado poner a un actor de raza negra en el extenso árbol genealógico de los Targaryen.

Los herederos de quienes no querían ver a negros en sus autobuses, ni en sus universidades, tampoco los quieren ahora en sus series de televisión. En algunos casos, se han mostrado especialmente activos en intentar hacer bajar la nota media en las puntuaciones de las críticas de algunos de los principales portales especializados de Internet, con la particularidad de que votaban antes de que incluso estuviera estrenada. Para ellos, el principal problema es su reparto y no necesitan ver nada más.

La serie de Amazon Prime es una precuela de la obra cumbre de Tolkien y narra unos hechos que apenas están esbozados a lo largo de la obra del escritor. Pedazos de historia recogidos en los apéndices de 'El Señor de los Anillos' y de 'El Silmarilion' y donde se nos cuenta el ascenso de Sauron en la tierra oscura de Mordor y la forja de 'Los Anillos del Poder'. Esta adaptación televisiva ha cometido la osadía de utilizar a actores de color para interpretar a elfos, enanos y medianos (aquí tenemos a una nueva raza de los hobbits conocida como los pelosos), y colocar a Galadriel como una de las principales heroínas de la trama. Decisiones que ha llevado a muchos de estos fans tóxicos a acusar a esta versión de traicionar el legado de Tolkien. Los hechos narrados en la serie transcurren en un periodo poco desarrollado en la obra del escritor, lo que ha dado más libertad creativa a los creadores para arriesgarse en pro de la diversidad. La pregunta que a continuación surge es: ¿era racista Tolkien?, ¿había personajes de color en su obra?

Cuentan que en 1938, con motivo de la futura publicación de 'El Hobbit' en Alemania, un editor alemán preguntó a Tolkien si tenía raíces arias. El escritor le contestó con sorna que no entendía lo que significaba esa palabra y que, si lo que le estaba preguntando es si tenía sangre judía, "lamentablemente no parece que tenga ancestros entre esas talentosas gentes". Unas palabras que dejan clara cuál era su postura frente a ciertas ideologías políticas. Puede que en la obra de Tolkien no aparecieran personajes de color, o por lo menos no se les describe como tales, pero basta con analizarla mínimamente para comprobar cómo Tolkien sí que apostaba por la diversidad. Abundan en su mitología leyendas sobre historias de amor prohibidas entre razas diferentes, básicamente humanos y elfos. Cualquier connotación racista que pueda haber en su obra se debe a la inspiración medieval de su universo y el racismo era incompatible con su forma de ver el mundo. Cuando se habla de luz y oscuridad no se habla del color de la piel, sino de su alma. Seguramente si no incluyó a personajes de color en sus obras se debió a que ni siquiera se lo planteó, pero seguramente lo hubiera hecho de habérselo sugerido alguien.

Llegados a este punto, aprovecho para hacer un pequeño inciso. A raíz de esta polémica, he conocido la existencia de una novela rusa escrita por Kiril Yeskov en 1999, titulada 'El último anillo' y que intenta ofrecer una lectura alternativa a los hechos de 'El señor de los Anillos'. El libro viene a sostener que el relato de Tolkien es la versión de los vencedores y que en realidad Mordor era una floreciente ciudad preindustrial, donde los orcos no eran los monstruos que conocimos en los libros, sino simplemente personas de otras razas, que cayeron ante los supersticiosos elfos y los bárbaros humanos. Los prejuicios medievales habrían evitado que el mundo avanzara a una era de progreso. Curiosa idea que ha tenido algún que otro problema con los herederos de Tolkien por aquellos de los derechos de autor.

Entre tanto, todas estas polémicas con las razas de los personajes, que en unos años se habrá olvidado, nos está impidiendo centrarnos en si esta adaptación se trata de una buena serie de televisión o no. No hay ninguna duda de que Amazon no ha reparado en gastos para que la producción sea impecable (algo más de 58 millones de dólares por episodio) y que esté a la altura de cualquier estreno para la gran pantalla. El director español Juan Antonio Bayona ha estado tras las cámaras en los dos primeros capítulos, donde se tira la casa por la ventana con espectaculares batallas desde los primeros minutos. El único pero que hay que poner es que con tanto dinero gastado se echa de menos un poco de alma y algo más de carisma para algunos personajes. Con los cuatro primeros episodios ya vistos, hay muy buenas promesas de que podemos estar ante una gran serie, pero ya empieza a ser momento de empezar a darnos algo más que haga que queramos devorarla semana a semana.

Al igual que en 'Juego de Tronos' se nos decía aquello de "se acerca el invierno", aquí el que parece que se acerca es Sauron. El mal ha resurgido y solo Galadriel y unos pocos personajes parecen ser conscientes de que una grave amenaza se cierne sobre la Tierra Media. En distintas partes de la Tierra Media vemos a distintos personajes enfrentándose a la que se avecina. En algún momento, este reparto coral tendrá que converger en algún sitio. El mundo parece haber olvidado esos días de oscuridad. Al igual que el mundo actual parece no recordar la amenaza que supuso el auge de los fascismos entre las dos guerras mundiales. Al final, la serie de Amazon se ha convertido en la metáfora perfecta sobre los días en los que nos ha tocado vivir.