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Tú y yo somos tres

La crítica de Monegal | Te amo con todo mi corazón, no con todo mi hígado

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Si hubiera justicia en el mundo y no fuera un lugar tan canalla, tan cainita, y estuviera todo bien repartido, no haría falta que existiera Cáritas, ni la fundaciones Arrels, Maragall o Carreras, ni la labor de sor Lucía Caram o la del padre Ángel. Si el mundo fuera como debería 'La Marató' de TV-3 tampoco haría falta en absoluto.

Pero el mundo es como es, podrido, miserable, mezquino, y la acción televisiva que todos los años impulsa TV-3 se justifica por sí misma. Es necesaria, impecable y limpia. Otros imperios televisivos hacen también alguna acción recaudatoria y altruista estos días. Su buena intención no es discutible. Pero la puesta en escena lleva adherida muchas veces trazas de 'show' comercial que empañan lo límpido. TV-3 acierta siempre, y recauda más que ninguna. No es que los catalanes seamos más sensibles o más generosos que otros. Abomino de que alguien intente derivar tramposamente 'La Marató' retorciéndola y usándola con fines supremacistas. El éxito de 'La Marató' es la construcción televisiva. Han conseguido, desde hace años, un método que llega y penetra en la ciudadanía con una admirable potencia.

He visto la noche del domingo cómo ha tratado TV-3 el caso de Albert y su hermano Àlex, su ángel de la guarda; he visto el caso de la niña Marta, de 4 años, que sufre la misma dolencia cardíaca que le costó la vida a su hermana Núria, fallecida con solo 7 años de vida por muerte súbita. La manera en que TV-3 nos ha presentado estos casos es sensibilidad televisiva en estado puro.

En la conversación que esa noche mantuvieron con Antonio Banderas, que sufrió un infarto de miocardio gravísimo, contó lo que le dijo una veterana enfermera que le atendió en el hospital: «El corazón no solo es un órgano que lleva sangre con oxígeno a todo el cuerpo. El corazón lleva más, lleva sentimientos». Efectivamente. Nunca decimos te amo con todo mi hígado, con todos mis pulmones, con toda mi vesícula. Decimos te amo con todo mi corazón. Y eso se dice en catalán, en castellano, y en todas las lenguas del mundo.

'La Marató' de TV-3 es una de las poquísimas excepciones a aquel aviso de mala praxis televisiva que contaba un viejo periodista en un capítulo de los Simpson: «La tele busca llegar al corazón para nublar la mente». 'La Marató' de TV-3 llega al corazón y consigue que la mente se ilumine.

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