El próximo viernes 18 de junio, el instituto Las Encinas recibe a nuevos alumnos con el estreno de la cuarta temporada de 'Élite'. Pero antes de abrir el curso, Netflix irá caldeando el ambiente con 'Élite. Historias breves', cuatro entregas que sirven de puente entre la anterior tanda de episodios y la que está a punto de llegar y explican cómo les ha ido el verano a los chicos que ya se han graduado y a los que tendrán que volver este año a las aulas. Cada historia está compuesta por tres episodios de 10 minutos de duración, y la plataforma las irá dosificando: el lunes 14, es la de Guzmán, Caye y Rebe; el martes, la de Nadia y Guzmán; el miércoles, la de Omar, Ander y Alexis, y el jueves, la de Carla y Samuel. Arón Piper (Berlín, 1997), uno de los alumnos más veteranos, desvela qué es lo que se le avecina a su personaje, que viene con espíritu de 'carpe diem' después de haber superado una leucemia en la tercera temporada de la serie.

Los guionistas de 'Élite' ponen a prueba cada año a 'Omander' (el nombre con el que se conoce la relación gay de Omar y Ander). Esta no podía ser menos y entrará un tercero en discordia, el recién llegado Patrick (Manu Ríos).

Aunque Omar y Ander han tenido sus más y sus menos, les hacía falta un estímulo nuevo, porque al final son la pareja que más ha aguantado. Yo creo que va a gustar porque se van a crear nuevos conflictos. Para la edad que tienen, nuestros personajes están en un punto bastante maduro.

¿Cree que en estas renovadas ganas de vivir el momento de Ander tiene mucho que ver que la temporada pasada viera la muerte de cerca?

Totalmente. Cuando has estado tan cerca de la muerte y el problema desaparece, tienes ganas de vivir, de no pensarte las cosas. En esta temporada vamos a ver a un Ander que hace lo que le apetece y le hace feliz.

¿Los adolescentes actuales son tan desinhibidos como los de 'Élite'?

La serie no plasma la realidad tal y como es, es ficción. Pero sí que pienso que la cosa va avanzando, sobre todo en las grandes ciudades. Está bien que se normalicen estas cosas, que cada uno haga lo que le hace feliz.

¿Tiene mucho de Ander?

Me parezco bastante, sobre todo a la hora de manejar las emociones. Ander es bastante introvertido en cuanto a lo emocional y yo creo que también tengo algo de eso.

¿También se parecía a él en el instituto?

Yo era más gamberro. Y un poco rebelde.

Tan rebelde que la interpretación le sirvió para centrarse.

Desde luego. Desde niño se me hace difícil manejar las emociones y funciono un poco a base de catarsis, porque si no sacas lo que sientes, te acaba saliendo por otro sitio y estás más agresivo. Actuar es una manera de sacar las emociones.

¿También saca las emociones con la música, con la que lleva experimentando desde los 12 años?

Es otra faceta mía que me he atrevido a sacar hace poco a la luz de manera más profesional, porque la música sí que es algo más personal. Lo que canto son mis letras y es cien por cien mío.

¿Da más miedo porque le expone más?

Sí. Actuando tengo una justificación, pero lo que dicen mis letras nace de mí, no me escriben un guion.

En sus inicios rodó algún corto en catalán porque vivió algunos años en Catalunya. ¿No le gustaría rodar en alemán, una lengua que domina porque su padre es de allí?

Sí que me gustaría. Nací en Berlín y me gustaría vivir allí una temporada. Si me saliese trabajo en Alemania sería muy guay.

Ahora puede pedir ayuda a su compañero de 'Élite' Miguel Bernardeau, que está rodando el nuevo proyecto de los creadores de la serie alemana 'Dark'.

De hecho, Miguel y yo hicimos la misma prueba. Estoy muy feliz por él.

Ander se tendrá que graduar en Las Encinas, y será pronto. ¿'Élite' podría continuar sin ninguno de los actores originales?

'Élite' está adoptando un poco la forma de la serie 'Skins', en la que se renovaban los personajes cada cierto tiempo. Al principio sí que te choca un poco porque echas de menos a los antiguos, pero te vas enamorando de los nuevos. Así que pienso que puede seguir funcionando.