Durante los últimos veinticinco años Pepe Mendoza ha dirigido con acierto una de las compañías vitivinícolas de mejor trayectoria en la Comunitat Valenciana, Bodegas Enrique Mendoza, una empresa familiar a la que Pepe ha dedicado buena parte de su vida profesional con el objetivo de crear vinos con personalidad que se han ganado el beneplácito del consumidor y el favor de la crítica especializada de todo el mundo (sirva como ejemplo las altas puntuaciones otorgadas a sus vinos hace a penas unas semanas por Robert Parker en la última lista de vinos elaborados en el sureste español en la que figuran como los mejores de la Comunitat Valenciana).

El propio enólogo asegura que el camino dibujado por bodegas Enrique Mendoza «todavía está por recorrer. Han pasado 25 años y hemos cumplido algo menos de la mitad de los objetivos trazados en nuestros inicios, por lo que aún espero pasar otros 25 años aquí, apostando por parcelas a las que hemos sabido escuchar y por varietales que han encajado a la perfección en este proyecto».

Pero Pepe llevaba ya varias campañas madurando la idea de desarrollar un proyecto enológico paralelo al de la bodega con sede en Alfaz del Pi. El enólogo había localizado alrededor de quince hectáreas de viñedo en la comarca alicantina del Alto Vinalopó y durante las últimas campañas se ha dedicado a realizar diferentes ensayos tanto en el viñedo como en bodega hasta que al final «y después de cometer no pocos errores creo que hemos sabido entender lo que nos piden estas cepas y estamos listos para comenzar esta aventura personal».

«Pepe Mendoza Casa Agrícola» es el resultado de años y años escuchando al viñedo. Las uvas (solamente dispone de varietales de origen mediterráneo) se cultivan de manera completamente natural, bajo pautas ecológicas y sin apenas intervención. Pepe busca en cada racimo «la expresión varietal de la uva» para elaborar vinos «diferentes, valientes, algo más radicales de lo que hasta ahora estaba haciendo». «Lo que quiero» -añade el enólogo- «es trasladar la pureza del Mediterráneo a cada uno de los vinos que nazcan en la Casa Agrícola, para lo que vinificamos con raspón, con las uvas prácticamente enteras, y recurrimos al barro de las tinajas para darles personalidad».

Mendoza avanza que los primeros vinos de este nuevo proyecto se estructurarán en dos gamas diferenciadas: con el sello «Casa Agrícola» lanzará un blanco, un rosado y un tinto a partir de varietales como Moscatel, Macabeo, Airén, Monastrell, Syrah y Alicante Bouschet. Serán vinos de pequeña producción, aunque con un volumen suficiente para darles continuidad en los canales de comercialización. Los vinos más exclusivos (microvinificaciones en algunos casos casi experimentales) saldrán al mercado con el sello «Pureza». Las primeras etiquetas comenzarán a comercializarse a partir del próximo mes de marzo.

Algunos influyentes prescriptores (como Luis Gutiérrez, responsable de vinos españoles para la revista de Robert Parker) ya han tenido la oportunidad de catar los primeros vinos que lucirán el sello personal de Pepe Mendoza, unos vinos que condensan la pureza del Mediterráneo y a los que Gutiérrez augura un éxito sin precedentes».