La Moscatel de Alejandría es cultivada por la humanidad desde tiempos pretéritos. Originaria de Mesopotamia se extendió a través del Mediterráneo por ser dulce, aromática y polivalente. De ella se obtenía tanto fruta fresca como pasas, arrope, vinagre y vino.

La importancia de la Moscatel en la Comunitat Valenciana fue grande, como en La Marina en Alicante, y en la DO Valencia tiene subzona propia, siendo uno de los cultivos principales en Turís o Cheste. En Godelleta su cooperativa vinícola solo elabora esta uva, la única que cultivan sus 250 socios en 750 hectáreas de viñedo.

Desde su fundación en 1939, Bodega Godelleta ha conocido varias ampliaciones, especializada desde siempre en la producción de graneles que exporta principalmente a Francia e Italia. Fruto de la rentabilidad conseguida por el buen precio que ha tenido la Moscatel durante los últimos años, la bodega ha podido hacer una importante inversión en nueva tecnología que además amplía su capacidad a los 10,5 millones de kilos.

Con la última cosecha se han animado a embotellar «Silencio», un blanco seco, fresco y aromático; además de lanzar «Escala i Corda», un nuevo vino de licor -mistela de Moscatel; y un orujo, el «Brisa de Moscatel Godelleta», en colaboración con una bodega amiga que dispone de destilería.

Para hacer Silencio, las uvas se despalillan y maceran a baja temperatura. El mosto se sangra, no se prensa, para evitar verdores y amargos. El Silencio 2018 es de color pajizo pálido, con reflejo verdoso y deja lágrima en la copa. Su aroma es intenso, perfumado, con notas de flores blancas (jazmín, azahar), miel y fruta tropical (plátano verde, piña, mango). En boca es muy seco, fresco, cítrico, con cierta untuosidad. Un blanco bien hecho, para tomar como copeo o acompañar mariscos cocidos y pescados a la plancha.