No es muy típica la trayectoria de Sigarrito. Tras dos álbumes de folk y blues publicados en castellano -#2 (2011) y Nadie más (2013)-, la banda comandada por Álex Albinyana estuvo cinco años sin editar material discográfico. Pero en 2018, cuando nadie se lo esperaba ya, Sigarrito volvió a la carga con cambios en la formación, en el idioma y dos discos casi de una tacada: Somàtic y Del 30 de març al 26 d'abril, demostrando nuevas hechuras más cercanas al pop, a veces cristalino, a veces ácido y siempre clásico. Y mañana 14 de diciembre editan en las plataformas digitales un nuevo trabajo, Sigarrito, una colección de seis canciones, algunas nuevas, otras inéditas y otras relecturas de temas anteriores, que el grupo de l'Olleria presentará el 28 de diciembre en 16 Toneladas en un concierto que será también un cumpledécada en el que participarán Senior, Joe Pask, Ghost Transmission, Tin Robots, Johnny B. Zero y Las Víctimas Civiles. «Sí, no es una trayectoria muy típica pero se debe a las circunstancias de cada momento -explica Albinyana-. Después de grabar los dos primeros discos estuvimos preparando un tercero, pero por la poca disponibilidad y demás no pudimos grabarlo. Yo seguí componiendo y grabando en casa, y eso formó el Somàtic. De ahí pasé al Del 30 de març y de ahí nos animamos a volver a los conciertos». Y esta vuelta a los escenarios es el germen del EP que aparece hoy: «teníamos la asignatura pendiente con la formación actual de grabar algo todos juntos. Nos gusta el timing que tenemos entre nosotros y por eso decidimos grabarlo en directo, tocándolo los cuatro juntos. Lo grabamos en dos días en el chalé de David Garzinsky (Limbotheque) y fue una experiencia muy guay». Sigarrito siempre ha confiado en esa forma de grabar rápida, directa, sin tiempo para revestir las canciones y confiando en su calidad e inmediatez. «Hay cosas que no se pueden simular -explica Álex-. El feeling de tocar mientras nos miramos, la actitud en el directo, el conocimiento que tenemos de nosotros, no se puede llevar al estudio». «Por eso el disco se llama Sigarrito, sin más título, porque es una forma de presentarnos tal cual somos». El hecho de que la banda esté formada por dos parejas de hermanos tiene mucho que ver con esa facilidad con la que Sigarrito expresa su música. «Nos conocemos mucho y siempre hemos compartido un gusto musical, y es más fácil que nos pongamos de acuerdo. Cuando nos hemos juntado las dos parejas de hermanos es cuando hemos visto que el grupo es más solido».

Como los otros dos trabajos de la nueva etapa de la banda, Sigarrito también será en valenciano. «En el primer disco ya había una pista oculta en valenciano, y hacíamos otras que no incluíamos por no meter dos idiomas en el mismo disco. Quizá con el castellano me escondía más en un personaje, pero posiblemente me estaba limitando. Ahora, al componer y cantar en el idioma en el que pienso y hablo normalmente, hemos ganado en autenticidad».

No cambia en Sigarrito, pese a la evidente evolución musical, la base folk-rock americana. Álex asegura que cualquier cambio en el sonido de la banda ha sido tanto buscado como natural. «En casa, cuando empezábamos en esto, escuchábamos mucho power pop, mucho Teenage Fanclub, Gigolo Aunts... Empezamos con el blues, pero es una música con las reglas muy definidas y al final lo que vas buscando es divertirte tocando. Y la diversión lleva inexorablemente al pop».

La máquina de Albinyana no para y ya tiene una colección de canciones guardada para visitar de nuevo los estudios y registrar un nuevo álbum. «Tengo una forma rápida de crear porque cuando hago una canción la hago en un día para que no cambie el estado anímico y que el discurso sea coherente».