os rosados son un tipo de vino que cotiza al alza, sobre todo en verano y en zonas como la nuestra, con gran influencia del Mediterráneo en lo relacionado con la gastronomía y nuestros hábitos de ocio. La valenciana es (junto a Navarra y Cigales) una de las regiones vitivinícolas con mayor tradición en este tipo de vinos, cada vez mas apreciados por los consumidores, sobre todo los elaborados con la variedad de uva Bobal, algo que saben bien en Dominio de la Vega, donde elaboran Añacal rosado, un vino 100% Bobal elaborado al estilo tradicional. Otros interesantes rosados elaborados de manera exclusiva con uvas de esta variedad autóctona son El Miracle Nº 5 -una de las novedades de Bodegas Vicente Gandia dentro de la colección El Miracle- y Chaval, un vino ecológico de aspecto delicado y muy aromático elaborado por Bodegas Nodus.

También hechos con Bobal (aunque con presencia de otras uvas en su coupage) encontramos Le Rosé -otra de las joyas que produce Dussart Pedrón en la pedanía requenense de Los Pedrones- y Malarado, un vino firmado por el enólogo José Luis Carpio (Bodega Carres), quien lidera un pequeño proyecto a partir de viejos viñedos familiares de Bobal, Garnacha y Tardana en el término de Requena.

Alicante es otra de las regiones vinícolas de grandes rosados, en este caso protagonizados de manera habitual por la uva Monastrell, como el frutal y sedoso Tarima de Bodegas Volver. Del mismo modo, también encontramos rosados valencianos hechos con uvas foráneas, como el Audentia de Bodegas Murviedro -un vino hecho al 100% con uvas de Cabernet Sauvignon- o el Brisa de la Cooperativa de Viver en Castellón, hecho con las mejores uvas de Syrah que se cultivan en la zona.