En los últimos años ha cambiado sustancialmente la manera en la que nos acercamos al mundo del vino. Así, un buen winelover ya no se conforma con participar en catas o descubrir nuevos e interesantes vinos. Ahora buscamos experiencias que nos permitan sentir en primera persona todo lo que hay detrás de aquella botella de vino que nos emocionó cuando la descorchamos por primera vez.

Las bodegas son conscientes de ese creciente interés por conocer todas las particularidades que definen a algunos de los mejores vinos que se producen en la Comunitat Valenciana y, en los últimos años, han implementado importantes mejoras en sus instalaciones para hacer de cada visita una experiencia irrepetible.

En muchos casos, al tratarse de bodegas ubicadas en edificios historicos y singulares, y en otros por diseñar actividades que permiten interactuar con el visitante, lo cierto es que el turismo del vino ha llegado para quedarse.

A continuación, destacamos una serie de bodegas que ofrecen propuestas que permitirán a los amantes del vino descubrir paisajes de incalculable belleza, retazos de una tradición enológica milenaria y, sobre todo, la pasión que nuestros bodegueros imprimen a cada botella que producen.

Chozas Carrascal, el arte de crear nuevos clásicos

Bodegas Chozas Carrascal. ED

La historia de Chozas Carrascal se remonta a hace tres décadas, cuando Julián López y María José Peidro decidieron moldear un sueño que venían persiguiendo hacía años. La bodega se configura al más puro estilo de los châteaux franceses, con las parcelas de viñedos rodeando la bodega. La finca se enclava en un entorno idílico, en el término municipal de Requena, una zona especialmente proclive para el cultivo de la vid.

Además de configurar una interesantísima colección de vinos y cavas, la familia López-Peidro ha construido un interesante proyecto alrededor del enoturismo que permite realizar una visita que repasa todos los aspectos que influyen en la elaboración del vino, desde el viñedo hasta su embotellado final, recorriendo unas instalaciones que recrean espacios donde se respira la tradición vinícola de la zona.

Todo aderezado con interesantes obras de arte en cada una de las estancias de la bodega y la casa solariega, porque para la familia López-Peidro vino y arte han ido siempre de la mano.

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Dominio de la Vega, santuario del mejor cava valenciano

Casa del Conde, la casa solariega de la bodega Dominio de la Vega. ED

Visitar Dominio de la Vega es adentrarse en un santuario donde duermen algunos de los mejores cavas que se elaboran no solo en la Comunitat Valenciana, sino también en toda España. La bodega se ubica en la conocida como Casa del Conde, denominada en su origen como la Casa del Conde de Villamar y que fue construida por el Conde Ferrer de Plegamans a principios del siglo XVIII.

Se trataba de una edificación que, además de las diferentes estancias de la casa solariega, incluía espacios adaptados para la elaboración de vino, es decir, una bodega. Durante muchos años, a mediados del siglo XX, estuvo carente de actividad hasta que a finales del siglo algunos de los fundadores de Torre Oria decidieron emprender una nueva aventura vitivinícola. Fundada en 2001, Dominio de la Vega ha sido una de las bodegas que ya desde su origen han demostrado su compromiso con la excelencia.

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Casa Los Frailes, vuelta a los orígenes del vino valenciano

Casa de los Frailes, la bodega más antigua de la Comunitat Valenciana. ED

Desde hace 13 generaciones, la familia Velázquez es la garante del legado de los frailes jesuitas, que desde el siglo XVII ya elaboraban vino en esta casa, ubicada en uno de los más bellos parajes del Valle de Alforins, en ese mágico triangulo de paisajes bucólicos entre los municipios de Moixent, Fontanars dels Alforins y La Font de la Figuera.

Han pasado 250 años desde que la familia Velázquez adquiriese la finca y la bodega en pública subasta y desde entonces las instalaciones han sido testigo de 250 vendimias, 250 elaboraciones que confirman a Casa Los Frailes como la bodega más antigua en funcionamiento ininterumpido en el ámbito de la Comunitat Valenciana.

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Bodegas Nodus, colonia agrícola abrazada por las Hoces del Cabriel

Bodegas Nodus. ED

La Finca El Renegado es una antigua colonia agrícola ubicada en plena naturaleza, entre los términos municipales de Caudete de las Fuentes y Venta del Moro, propiedad desde mediada la década de los 80 de la familia De las Heras. En la actualidad, acoge las instalaciones de Bodegas Nodus, una de las firmas vitivinícolas valencianas que más han apostado por la calidad en sus elaboraciones y la sostenibilidad y cuidado del medio ambiente en el cultivo de sus viñedos.

La propiedad ocupa una extensión aproximada de 450 hectáreas, de las que 200 corresponden a viñedos de hasta diez variedades distintas con una edad media de entre 20 a 60 años. De la mano de Adolfo De las Heras Polo, la bodega ha completado una interesante colección de vinos comercializados con las marcas Nodus, Capellana, Chaval o El Renegado, la mayoría avalados por el certificado ecológico y todos ellos reconocidos por su calidad y riqueza de matices en los principales concursos de todo el mundo.

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Pago de Tharsys, enoturismo como nunca lo habías vivido

La bodega de Pago de Tharsys. ED

Para la bodega Pago de Tharsys el enoturismo representa una de las piedras angulares de su proyecto. Fundada hace casi dos décadas, la bodega ha tenido siempre abiertas sus puertas de par en par para recibir a todo aquel que tuviese interés por descubrir cómo se entiende la cultura del vino en esta zona del interior de la Comunitat Valenciana.

Para Ana Suria y Vicente García la llegada de visitantes ha supuesto un estímulo para continuar avanzando y mejorando en la elaboración de sus vinos y cavas, en la actualidad reconocidos por críticos y consumidores entre los mejores de España.

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Finca Hoya de Cadenas: cuando arte y enoturismo se dan la mano

Finca Hoya de Cadenas. ED

El enoturismo en la Comunitat Valenciana ha crecido exponencialmente en las dos últimas décadas, si bien ya antes firmas de prestigio como bodegas Vicente Gandia habían desarrollado un interesante proyecto en la Finca Hoya de Cadenas, un paraíso para el viñedo enclavado en el término municipal de Utiel con más de 300 hectáreas dedicadas al cultivo de las mejores variedades de uva.

Desde su apertura, la finca se ha consolidado como uno de los emplazamientos más atractivos para descubrir en primera persona la cultura del vino, implementando experiencias personalizadas en función del perfil del visitante y dotando a las instalaciones de espacios especialmente interesantes como el Museo Arte en Barrica, una colección de barricas “customizadas” por algunos de los más importantes artistas plásticos valencianos que pueden contemplarse en la que fue en su día la antigua bodega de Hoya de Cadenas, ahora minuciosamente rehabilitada para albergar esta peculiar colección de arte.

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Bodegas Arráez, experiencia "canalla" alrededor del vino

Bodegas Arráez. ED

Aunque ya habían desarrollado un interesantísimo proyecto vinculado al enoturismo en sus antiguas instalaciones de La Font de la Figuera, Bodegas Arráez plantea ahora una experiencia fuera de las pautas tradicionales asociadas a la cultura del vino.

La suya es una propuesta que explora el lado más “canalla” de aquellos que buscan vivir una inmersión vinícola íntegra alejada de los encorsetados formatos de las visitas más tradicionales. La visita gira sobre a su nueva bodega, ubicada en el paraje Císcar a pocos metros del casco urbano de La Font de la Figuera, inaugurada hace alrededor de un año.

El diseño de las instalaciones y la distribución de los espacios ha sido supervisada por el enólogo Toni Arráez, que ha buscado en todo momento generar espacios amplios y diáfanos para optimizar los trabajos de bodega y adecuar cada estancia para que la visita resulte didáctica y entretenida.

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