Cuando los responsables de Bodegas Murviedro se pusieron a trabajar en los actos conmemorativos del 90 aniversario de la compañía vinícola hubo un detalle que condicionó todo el planteamiento, ya que la bodega entendió que era momento de girar la vista atrás y revitalizar el firme compromiso de preservar las tradiciones más apegadas a la comarca. 

Fue en ese momento cuando Murviedro decidió intervenir en una de las cuevas del barrio de la Villa de Requena para crear una bodega histórica que se ha convertido en punto de obligada parada para aquellos winelovers que visitan la ciudad para descubrir su vínculo con el mundo del vino.

La bodega urbana de Murviedro es un recinto que la compañía vitivinícola —filial del grupo suizo Schenk— ha rehabilitado en el casco antiguo de Requena, en el barrio de la Villa, y que está conformado por un entramado de estrechas callejuelas, pórticos y plazoletas cuyo subsuelo representa su mayor encanto, al contar con un laberinto de cuevas subterráneas que antaño fueron empleadas como almacén e, incluso, como bodega donde los lugareños elaboraban sus propias cosechas de uva.

En Requena, Murviedro ha apostado decididamente por el enoturismo con una propuesta innovadora y singular que plantea una inmersión real en la historia del vino, repasando aquellos procesos y costumbres de nuestros antepasados. 

Entrar en la bodega histórica de Murviedro supone un regreso al pasado, un viaje al origen del vino. En el subsuelo, varios pasillos de cuevas revelan la relación de Requena con la vitivinicultura desde el siglo VI a.C

Antiguas tinajas de barro, pequeños lagares, conducciones para transportar el líquido... El tiempo en estas cuevas parece haberse detenido para deleite del visitante, que puede contemplar paso a paso todo el mágico proceso de elaboración

La rehabilitación de las cuevas se ha hecho respetando al máximo su origen. ED

La rehabilitación de las cuevas se ha hecho respetando al máximo su origen, lo que ha permitido a Murviedro crear un espacio para microvinificaciones donde se elabora el emblemático tinto “La Casa de la Seda” y un espacio de interpretación para descubrir las diferentes características que pueden dar al vino las últimas tecnologías inspiradas en los métodos más tradicionales

El edificio incluye también un pequeño museo en el que se repasa toda la historia de Murviedro desde su llegada a la Comunitat Valenciana hace casi un siglo hasta hoy y una amplia y funcional sala de catas donde los visitantes tendrán la oportunidad de degustar algunos de los mejores vinos de esta prestigiosa firma vitivinícola.

La sala de catas de Murviedro es funcional y permite degustar los mejores vinos de la bodega. ED

El formato de visita se ha revelado como todo un éxito entre los turistas que llegan a la zona, y las reservas se han multiplicado de manera notable durante los últimos meses, lo que también ha servido para revitalizar el turismo de interior en un municipio, el de Requena, que cada vez recibe a más visitantes, no sólo procedentes de las zonas limítrofes a la ciudad, sino también de diferentes rincones del mundo.

La bodega histórica de Murviedro abre sus puertas todos los días de la semana de 10:00 a 14:00 horas y, de miércoles a sábados, también por las tardes de 16:00 a 19:00 horas. 

Se plantean dos formatos distintos de visitas, una básica que incluye visita guiada por todas las instalaciones, dos degustaciones y un obsequio por un precio de siete euros, y otra premium que, además de la visita guiada y el obsequio, incluye una degustación de cinco vinos acompañados de una tabla de ibéricos por 15 euros.

Para realizar la visita en cualquiera de los formatos es imprescindible formalizar una reserva previa. Así, la bodega puede garantizar el cumplimiento de todas las medidas higiénicas y sanitarias que marca la Administración.