Para consolidarse en el sector vinícola, las bodegas buscan conquistar el paladar de los aficionados al elixir de Baco, pero también a los expertos, especialistas y críticos. Uno de los evaluadores más reconocidos es Luis Gutiérrez –el catador encargado de realizar las valoraciones para el influyente Robert Parker– quien, en sus últimas puntuaciones a los vinos españoles, ha vuelto situar a los vinos de Rafael Cambra entre los vinos de mayor calidad. 

Los 93 puntos otorgados a CasaLabor y Forcallà d’Antonia, los 94 de Cambra Uno y, sobre todo, los 95 de Casa Sosegada, consolidan un proyecto vitivinícola nacido de la pasión y la honestidad. 

Estos y otros productos conformarán el catálogo de vinos que la bodega de Alforins presentará en la próxima entrega de la Noche del Vino, que celebra su 16ª edición el próximo 13 de junio en la Ciutat de les Arts i les Ciències. 

La trayectoria de Rafael Cambra

Rafael Cambra, uno de los enólogos que más han hecho por poner en valor Terres dels Alforins, sus uvas autóctonas, sus paisajes y su peculiar manera de entender la viticultura y la enología. Tras formarse en la Universitat de València y la escuela de enólogos de Montpelier, Cambra emprendió una trayectoria profesional fuera de casa, en firmas del prestigio de Viña Tondonia o Cune. De vuelta a casa, Rafa dedicó tiempo a perderse por el campo en busca de viejas parcelas que resumiesen la tradición vinícola de la zona. Campaña tras campaña fue localizando algunos tesoros (muchos en forma de uva bien implantadas como la Monastrell y, en otros casos, de variedades autóctonas que en ese momento carecían de interés comercial como la Forcallà o la Arcos).

Rafael Cambra ha puesto en valor las Terres dels Aforins y sus uvas autóctonas. thomas fuerer

Tras poner en el mercado una colección de vinos de altas prestaciones (entre ellos el ‘Cambra Uno’, ‘Cambra Dos’, ‘El Bon Homme’ o ‘Soplo’), Cambra decidió seguir incidiendo en la tipicidad como elemento diferenciador de su proyecto. El primer paso se desarrolló en el campo, donde el enólogo comenzó a buscar variedades diferentes. Primero fue la Forcallà, con la que se lanzó a la elaboración de un vino que, con el paso del tiempo, se convirtió en el espejo donde se han ido mirando otros elaboradores. El resultado fue un vino distinto, mineral, con buena carga frutal y, sobre todo, reconocible para el consumidor.

Las buenas críticas, y sobre todo el enorme potencial que entendía que tenían los viejos viñedos de la zona cultivados en los puntos más altos, donde la viña gana terreno al monte, empujaron al enólogo y viticultor a seguir trabajando en esa línea. 

Vinos de Rafael Cambra

Hace ya alguna campaña llegaron al mercado las nuevas propuestas –’CasaBosca’ y ‘CasaSosegada’– dos tintos que nacían de la recuperación de un viejo viñedo plantado en una terraza ganada el monte y de la apuesta por devolverle el protagonismo perdido a otras castas autóctonas como la Bonicaire o Arcos.

Colección de vinos de Rafael Cambra con sus múltiples productos. ED

Hace algo más de un año Rafa Cambra decidió dar un nuevo paso al frente y, junto a su pareja, Elena Arpón, se “mudaron” a un nuevo hogar, Casa Colau, una singular bodega cuya producción de vino se remonta al siglo XVII, ubicada en el término municipal de Fontanars dels Alforins, fielmente restaurada y cuya construcción data de 1667.

Por el momento, Rafael Cambra ha arrancado este nuevo proyecto con la puesta en marcha de un producto enoturístico (de momento disponible solamente los fines de semana, aunque durante los próximos meses se irán ampliando los horarios y días de visita) que supone una inmersión a la esencia del vino en Terres dels Alforins.

La visita se inicia con un paseo por los viñedos, donde Rafa explica a los visitantes los motivos por los que se vuelve a trabajar en la zona con variedades de uva autóctona. La visita finaliza con un recorrido guiado por la bodega y una posterior cata de vinos. Con todo, este es solo el inicio de una nueva aventura para Rafa Cambra, que a partir de ahora ya dispone de un entorno idílico para darle continuidad a un concepto vitivinícola en el que el viñedo es el origen para expresar en cada copa la esencia de una tierra que sabe a vino.