Vera de Estenas: Un plan para despertarse entre viñedos

La bodega apuesta por las variedades de uva autóctonas, los tintos de Bobal de largas crianzas o los blancos gastronómicos con paso por barrica de roble

El caserón modernista de Vera de Estenas.

El caserón modernista de Vera de Estenas. / ED

Vicente Morcillo

Vicente Morcillo

València

Vera de Estenas se asienta sobre la Casa Don Ángel, una construcción con más de cien años de historia, rodeada de viñedos y con unas extraordinarias panorámicas del altiplano de la comarca Requena-Utiel. La bodega fue fundada por Francisco Martínez Bermell fundó a principio de la década de los años ochenta. Presidente de honor de la Asociación Española de Enólogos y Vicepresidente de la Organización Internacional del Vino (OIV), Francisco construyó junto a su esposa, Amparo; y sus hijos Federico, Felipe, Lourdes y Félix una bodega pionera en aspectos como la apuesta por las variedades de uva autóctonas, los tintos de Bobal de largas crianzas o los blancos gastronómicos con paso por barrica de roble.

Después de más de cuarenta años, y gracias al impulso del hijo de Francisco, Félix, y de sus nietos, Yolanda y Eduardo, Vera de Estenas ha configurado un interesantísimo proyecto vinculado al enoturismo que gira entorno al viñedo, la tradición vinícola y la exclusividad, ya que desde 2013 la bodega Vera de Estenas está reconocida como Pago Vinícola, pasando a formar parte de las 22 bodegas de toda España que cuentan con su propia Denominación de Origen. La visita al Pago Vera de Estenas y la Casa Don Ángel arranca con la recepción de los invitados junto a la casa señorial, frente a un jardín de árboles centenarios, en lo alto de la colina donde se ubica la bodega, con unas vistas inmejorables de viñas, olivos, almendros y en el horizonte, las montañas. El enoturista empieza paulatinamente a sumergirse en el mundo del vino y no tiene más que dejarse llevar durante todo el recorrido.

Empezando por el viñedo, se recorre cada rincón de la bodega, la sala de barricas no deja indiferente a nadie, el aroma es único, indescriptible, techos abovedados, paredes de adobe, y ese silencio… Sin duda uno de los lugares favoritos para todos los que visitan la bodega. El museo familiar merece especial atención. Ubicado sobre los antiguos trullos, uno puede observar con detenimiento gran variedad de maquinaria para vinificación del siglo pasado, así como una exposición de todos los embotellados desde la cosecha de 1982. Bajo el museo se encuentra la parte subterránea, donde se guardan las mejores añadas, las cavas. Para finalizar, los propietarios realizan una cata comentada donde con mucho mimo y esmero nos comentan cada detalle de los tres vinos que se degustan.

Más allá de la visita guiada a la bodega, Vera de Estenas ha diseñado un buen número de experiencias que giran entorno a su hotel rural, integrado en la antigua casa solariega y que dispone de nueve habitaciones dobles (cada una bautizada con el nombre de una de las variedades de uva que cultivan en el pago) que se reparten por el edificio histórico que conforma la bodega. Su rehabilitación se ha llevado a cabo respetando al máximo la arquitectura original y eso hace que no haya dos habitaciones idénticas y que cada una tenga su especial personalidad, con puertas de mobila, suelos hidráulicos, cerámica de Manises, forja… La decoración está inspirada en la viticultura y la enología. Lamparas de techo conformadas con duelas de barricas antiguas, cuadros de artistas locales que plasman nuestros paisajes u obras realizadas con tapones de corcho buscan propiciar una sensación de confort y bienestar en perfecta armonía con el edificio, su entorno natural y la bodega.

Entre las experiencias que proponen destaca el pack ‘Noche de hotel, visita, cata y cena para dos’, un paquete disponible durante todos los días del año que incluye visita guiada a los viñedos y la bodega, cata degustación de cuatro de los vinos de Vera de Estenas con embutidos y quesos, desayuno para dos personas, comida o cena a elegir, dos copas de cristal de vino personalizadas de obsequio y, por encima de todo, la experiencia de despertarse en una cómoda y acogedora habitación y contemplar el paisaje del viñedo a a través de la ventana.

Para poder visitar la bodega modernista de 1876, alojarse en su acogedor hotel y disfrutar de todas las actividades que propone Vera de Estenas durante el año es imprescindible formalizar previamente la reserva a través de su página web (www.veradeestenas.es) o llamando al teléfono 633 958 670, donde además nos ampliarán toda la información necesaria para iniciar una experiencia que nos introduce en el lado del vino más tradicional y familiar.

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