Víctor Claver (Valencia, 1988), jugador de la selección española de baloncesto que disputará los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, admitió que necesitarían un mal día de Estados Unidos para ganarles si en algún momento se repite la final de Londres 2012, pero advirtió que no se rendirán antes de hora.

"Son un equipazo y los claros favoritos, pero no vamos a rendirnos antes de jugar y si tenemos que jugar contra ellos lo intentaremos hasta el final", señaló en una entrevista concedida a la agencia Efe antes de volar a Brasil.

El jugador valenciano aseguró que regresará contento a España "con una medalla, porque si la logras en los Juegos ya es para estar contento, pero intentaremos que brille lo máximo posible".

Los éxitos de los última década han obligado a la selección a convivir con altas expectativas en sus últimos campeonato algo que, según admitió, supone cierta presión pero también un impulso.

"Sabemos que la gente espera lo mejor de nosotros y eso es una presión pero también una motivación, que crean en ti y que te den el apoyo para intentar lograr tu objetivo es un respaldo importante", reconoció.

El internacional español destacó que el de los Juegos un campeonato largo con las mejores selecciones pero en el que cada partido cuenta. "Si te relajas un día lo puedes pagar por eso queremos empezar bien", indicó.

En 2012 España tuvo que rehacerse de una discreta fase de grupos para poder alcanzar la final ante Estados Unidos, un camino que dejó huella en Claver.

"Lo que más recuerdo de Londres es la fuerza del grupo porque pese a no empezar bien siempre creímos en nosotros mismos, tuvimos claro el objetivo y lo perseguimos hasta alcanzarlo", recalcó.

Para Claver, que se estrenó en esa última cita olímpica, estar "en unos Juegos es un cumplir un sueño y poder repetir es algo impresionante y más que con este equipo que se junta cada verano y encima sacando buenos resultados".

El nuevo jugador del Barcelona explicó que en su infancia y su adolescencia fue un apasionado seguidor de los Juegos. "Me acuerdo de estar en el apartamento de la playa y pasar todo el día metido en casa sin querer salir para no perderme nada. Los he disfrutado mucho como espectador y ahora mucho más desde dentro", apuntó.

Tras su estreno hace cuatro años, explicó que lo que más le apetece más allá de la competición es compartir la villa con deportistas de todo el mundo.

"Es lo más sorprendente, ves que tienes al lado a un jugador de rugby de no sé donde y al otro lado a otro de voley de otro país completamente diferente", concluyó.