El esgrimista español Carlos Llavador ha asegurado que ve "posible" conseguir una medalla en la modalidad de florete este lunes en los Juegos Olímpicos después de los "buenos resultados" de esta temporada, y ha recalcado la importancia de "gestionar los nervios" y de "dar el máximo rendimiento posible" en la competición.

"La medalla es posible. Hemos demostrado buenos resultados durante toda esta temporada, hemos conseguido ganar incluso una Copa del Mundo, que los españoles llevaban muchísimo tiempo sin ganarla. Cuando he conseguido el máximo rendimiento, he logrado ganar; la semifinal y la final fueron con dos medallistas olímpicos, se puede. Espero liarla parda mañana", declaró en rueda de prensa.

Además, el deportista madrileño tiene muy claro cuáles son sus objetivos. "Divertirme, pasarlo bien e intentar sacar el máximo rendimiento, llevando a cabo todo el plan que hemos elaborado durante todos estos años", apuntó. "Antes de una competición importante todo el mundo está nervioso. El que mejor sepa gestionar los nervios y sepa dar el máximo rendimiento posible será el que consiga un mejor resultado. Espero ser ese", añadió.

También confesó que ha "imaginado" muchas veces conquistar una presea olímpica. "Es un sueño de cuando eres pequeño. Muchas veces, cuando estoy duchándome o en la cama, me pongo a imaginarlo; imagínate vivirlo de verdad, hacerlo realidad. Sería algo histórico y que recordaría para toda mi vida", subrayó.

"Para llegar aquí hay que trabajar mucho y creer en ti mismo, es lo más importante. Cuando empiezas a creer, empiezas a sacrificar todo para llegar, y te mueve una pasión interna que hace que tengas que dar el 100% en cada entrenamiento, luchando por sueños que parecen inalcanzables", prosiguió.

En otro orden de cosas, Llavador reconoció que no le gustaría coincidir en competición con compañeros de entrenamiento. "No me gustaría encontrarme con los compañeros de sala, porque nos llevamos muy bien y somos amigos y porque nos conocemos más, y eso puede ser positivo y negativo. Prefiero enfrentarme a gente con la que no entreno para intentar sorprenderles", expresó.

"Muchas incertidumbres"

Sobre la estancia en Tokio, explicó que tenían "muchas incertidumbres" antes de recalar en la ciudad japonesa. "No sabíamos cómo iba a ser todo aquí, las restricciones, si íbamos a poder estar con libertad por la Villa... Podemos hacerlo, y tenemos mamparas en los comedores para no tener mucho contacto con el resto de compañeros. Hay que primar la seguridad por encima de nuestra comodidad y tenemos que adaptarnos", indicó.

Por último, Llavador reconoció que la medalla de plata de la taekwondista española Adriana Cerezo fue "una locura". "Siempre es importante conseguir la primera medalla, romper esa primera barrera. La medalla de Adriana, con 17 años, nos da mucha energía y nos hace quitarnos los nervios de empezar a competir. Es una alegría, que con 17 años llegue a sus primeros Juegos Olímpicos y la rompa de esa forma... Es una crack", concluyó.