El cielo despejado en la mayor parte de nuestro territorio durante la noche de ayer, a excepción de las islas Baleares, permitió la observación del planeta Saturno, en la constelación de Leo, muy próximo a la Luna, que ya se encuentra en fase decreciente. Por su parte, Neptuno entraba en conjunción con el Sol, pero este fenómeno era imperceptible en nuestro territorio. A diferencia de las estrellas, la luz emitida por Saturno no titila y su color es entre naranja y marrón (no se puede confundir con Venus, por ejemplo, porque destaca en la bóveda celeste tan blanco como la Luna). A simple vista es imposible percibir los anillos tan característicos de Saturno, sin embargo, un pequeño telescopio o unos prismáticos de calidad son suficientes para captar estos días muchos más detalles de este planeta. Hoy Saturno aparecerá más alejado de la Luna debido a que el satélite natural de la Tierra cambia de posición constantemente: se retrasa 15 grados dirección este cada día.