Siempre que pasas por la central de la Policía Autonómica, en el edificio de la antigua estación del Pont de Fusta de Valencia, te ves a cuatro o cinco policías fuera hablando, fumando, sonriendo y oteando el horizonte y no menos de cuatro coches utilitarios y todoterrenos aparcados en frente, parados claro. No sospecha ninguno que pase por allí que tengan mucha faena y mucho menos que la Generalitat Valenciana pretenda crear un cuerpo policial con un mínimo de seis mil agentes y mucho menos después de que el Consell se haya pasado la vida diciendo que jamás montaría este nuevo dispendio. Pues si, eso es lo que se quiere y encima se le reclama al Gobierno. Y además lo apoya hasta la oposición… vaya por Dios. La sorpresa de este proyecto es mayor cuando se reclaman agentes y dinero para algo que todavía nadie sabe a que se va a dedicar. De ahí lo de los policías en las puertas.