Estuve de nuevo en la Noche del Vino de la D. O. Valencia y prometo, por mi conciencia y honor, que no vi en el Botánico otros rostros ocultos tras los setos que los de esos inteligentes mininos malcriados por los funcionarios de la Universidad. Ni rastro de los treinta asesores desconocidos que pululan —cobrando ¿eh?— en la fronda autonómica como extrañas mariposas en la selva indochina. Treinta ejemplares de una nueva especie de mamífero de tamaño considerable que vive como simbionte del cargo público y de gran versatilidad mimética ya que puede adoptar la forma de una mesilla de café o de una colección completa del Aranzadi. Nadie sabía de su existencia hasta ahora. Además llovía y había criba rigurosa de invitados en el torno de entrada. Crisis.

Los músicos dudaban entre proteger el contrabajo de la llovizna o seguir tocándolo y cobrar con seguridad. Lo viejo no acaba de morir y lo nuevo es reacio a nacer. Impasse. Y mientras los cargos públicos de Agricultura peroraban, nosotros nos manteníamos guarecidos bajo los árboles de gran porte: ellos a sus discursos y nosotros, al vino. Por allí estaban Daniel Belda, Rafael Cambra, Javier Gandía y otras estrellas del firmamento vínico que, como buen firmamento, se expande: la crisis ha cerrado algunas azulejeras de Castellón, pero no sus bodegas renacidas hace poco. Probé novedades de Castelló de Rugat, de Pobla del Duc y hasta un tinto de Alpuente,0 y eso que más arriba de Chelva no había, hasta ahora, más que blancos, que en Titaguas son finos y gentiles como un buen pensamiento.

Me encanta esta fiesta: aunque hable todo el mundo a la vez es al aire libre y en las sendas del jardín a uno le emboscan viejas y nuevas amistades o uno las aborda en compañía sorprendente o sorprendida. También aquí hay incertidumbre, vacilación: el control estricto de gorrones y adheridos nos europeíza, pero la velada pierde su aire canalla, promiscuo, valenciano. Y nuestro amado líder ya ha dicho que se envolverá en la senyera, o sea que quisimos hacer un gobierno y nos salió una comisión fallera.