Se está celebrando estos días el mundial de futbol en Sudáfrica. Nada puede paralizar un país tanto como este evento deportivo. Todo gira en torno al futbol. Olvidamos la crisis por unas horas. Y nos ha sorprendido que los periodistas y reporteros que cubren este espectáculo deportivo informen del frío que está haciendo en algunas sedes. Los jugadores salen al campo con camisetas de manga larga. Se ha transmitido la idea, muy simple, de que en África sólo hace calor: la tierra «tórrida» de los geógrafos griegos. El geógrafo francés Pierre Gourou, uno de los mejores conocedores del continente africano, afirmaba que África es el continente donde pueden encontrarse todas las variedades climáticas del mundo, salvo los climas polares. Desde la línea del ecuador hacia los polos se dispone, en efecto, una variedad extraordinaria de climas. Y, en este sentido, Sudáfrica es un pequeño continente dentro del continente africano. Se dan climas tropicales, esteparios, desértico, templados, «mediterráneos» y fríos en las tierras elevadas. Hay zonas de calmas y también de vientos fuertes del oeste por las borrascas que atraviesan el país por su extremo sur. Olas de calor y fríos intensos por la llegada de aire polar de la Antártida. En Ciudad del Cabo, una de las sedes del mundial, sopla un viento singular de componente suroeste que se llama viento «Doctor» o «Doctor del Cabo» por los efectos beneficiosos que se atribuyen para la salud. En Sudáfrica también puede hacer frío. Y además ahora allí es invierno.

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