El Consell cifró ayer en unos 60 millones de euros el impacto económico del Gran Premio de Europa de Fórmula 1 celebrado en Valencia. Además, señaló que la ocupación hotelera ha estado en torno al 95%. Al circuito han asistido 167.785 espectadores a lo largo de los tres días, un número similar al del año pasado, cuando la carrera se celebró en agosto. Aquí se da una discrepancia de cifras, puesto que MetroValencia asegura que transportó a 200.000 personas y la EMT a 100.000. La diferencia es evidente. Por otro lado, Canal 9 tuvo un 13% de audiencia, frente al 41,7% registrado por La Sexta, lo que ha de llevar a la reflexión. En todo caso, la hostelería, que es el sector más directamente implicado, ha recibido favorablemente el cambio de fechas del gran premio. Pero el vecindario más cercano al circuito ha subrayado el caos que se ha instalado en sus calles. Es difícil hallar un consenso en este apartado. La convivencia y el desarrollo de la competición se arañan mutuamente. Sin embargo, hay que buscar fórmulas de encuentro, que determinen intereses comunes. En la noche del domingo, el tráfico se reabrió por J. J. Dómine, un compromiso de los organizadores que ha de servir para acentuar el consenso. Las mejoras en la organización han sido evidentes: las han notado los observadores internacionales y, sobre todo, los valencianos. El gran premio constituye una buena promoción de Valencia. Sin triunfalismos, pero habrá que valorarlo en su justa medida.