Ni yo soy Rambo ni ellos unos pardillos. Quien no es Rambo es Frank Cuesta, y los que no son pardillos son Nacho Medina y Santiago Trancho. Todos hacen el nuevo programa de Cuatro para la noche de los domingos, completando una programación que se sale, por entretenida, diferente, aventurera, desde el apasionante Pekín Exprés de la bella y a veces gélida Raquel Sánchez Silva, a este Frank de la jungla. Para hacer el programa de animales en la selva de Tailandia, han estado cinco meses trajinando con víboras, cobras, murciélagos que transmiten la rabia, y todo tipo de bichos que podrían enviarte al otro barrio. Cómo definir con exactitud el programa. Escuchemos de nuevo a su protagonista, al leonés Frank Cuesta. Es lo que es, dice, es un programa de animales hecho en plan aventura, pero aventura que te cagas, vamos, al que le gusten los animales le va a gustar, y al que no le gusten los animales va a decir que soy un gilipollas.

¿Ven? Ha quedado claro. Me gusta le forma desenfadada, sin vacuos envaramientos ni justificaciones ridículas que maneja este tipo, creo que otro bicho raro en la jungla de la televisión española que dice desconocer, y de hecho, cuando lo llamaron de Molinos de papel, la productora de Callejeros, Frank aseguró no tener ni idea de lo que le hablaban. Hasta ahora ha ido por su cuenta, trabajando en otros países, y no tan profesional como esta vez, con productor, Nacho, y cámara, Santiago, a su lado. Resumiendo, que Frank de la jungla, sin ser un programa revolucionario, es un programa fresco, distinto. Y lo es no tanto por el contenido sino por la frescura no impostada de Frank, una especie de salvaje con cabeza frente al piloto rojo de la cámara. ¿Un gilipollas? Va en gustos.