Los veinticinco millones de euros de media que cada año destina el Ministerio de Medio Ambiente para la regeneración de las playas de la Comunitat Valenciana desaparecen, sin remedio, bajo el mar. La política de regeneración del litoral del Gobierno, que para el próximo año contempla una partida económica un 40% inferior a la actual como consecuencia de los recortes presupuestarios, es cuestionada desde hace años por científicos y expertos, que consideran que el aporte genérico de arena a las playas cada vez que se pierde por un temporal no es la solución, ya que se trata de un recurso inestable y costoso condenado a desaparecer bajo el mar con la llegada de la siguiente tempestad. Los científicos sugieren ir más allá, analizando cada tramo del litoral de forma pormenorizada y sacar las conclusiones de qué es lo que está pasando en ese punto concreto para preparar la solución más adecuada. Un estudio de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) concluye que el 68% de la costa de la Comunitat Valenciana sufre una grave recesión; sólo algunos tramos pequeños que se encuentran al abrigo de cabos, se mantienen estables. Los expertos consideran que en algunos lugares puede ser imprescindible la aportación de arena, pero en otros se necesitaría, además, realizar obras complementarias, como diques, o corregir los problemas derivados de encauzamientos modificados, cordones dunares destruidos, construcción o modificación de infraestructuras —puertos—... En el Ministerio de Medio Ambiente ya han empezado a escucharse voces discrepantes con la política de reposición de arena pura y dura, pero aún falta que esa idea se plasme en los presupuestos.