Noviembre comenzará con una cierta indefinición meteorológica. Las apuestas se reparten casi al 50% entre quienes creen en la fortaleza del anticiclón de las Azores, sinónimo de aburrimiento en lo meteorológico, y quienes se inclinan por un otoño-invierno más animado, en la línea de lo ocurrido el pasado año.

En cualquier caso, noviembre es, dicen los expertos, un mes de anticiclones y así se anuncia, al menos de momento, a medio plazo. Sin embargo, una profunda borrasca próxima a las Islas Británicas se colará este viernes arrojando dos frentes lluviosos sobre la Península en un intervalo de apenas unas horas.

Según anunciaba ayer la Agencia Estatal de Meteorología, «sucesivos sistemas frontales» van a entrar por Galicia hasta el próximo lunes, cuando volverá el ambiente estable. Hoy y mañana, las precipitaciones pueden ser persistentes en Galicia y Sistema Central mientras que ya para el sábado podrían llegar de forma dispersa al este peninsular y las Baleares. El domingo, un segundo frente, más intenso, puede dejar lluvias generalizadas prácticamente en toda la península y también en el área mediterránea, a excepción del sureste. Durante el fin de semana soplará viento fuerte, las temperatura experimentarán un descenso moderado y la cota de nieve bajará también.

Para el lunes, el anticiclón de las Azores vuelve a tomar posiciones, bloqueando el acceso de las borrascas atlánticas. En este punto, el pronóstico se dispersa. Algunos modelos hablan de un debilitamiento del anticiclón, que permitiría la entrada de lluvias, o bien apoyan pequeños desplazamientos en su posición que favorecen las «entradas frías». Todo está por decidir aunque si el clima dependiera de la voluntad ciudadana, una gran mayoría votaría ahora mismo contra el «aburrimiento» de origen anticiclónico.