El presidente de la Generalitat se «rebotó» ante las críticas de los empresarios y en la Cámara de Comercio de Alicante les replicó lo baratita y «arreglá» que nos sale la administración autonómica a los contribuyentes valencianos. Sin embargo, la Sindicatura de Comptes tuvo ayer el feo detalle de volver a dejarle en evidencia al reflejar negro sobre blanco la crítica situación de las finanzas valencianas y los desmanes que se cometen en sociedades como Cacsa o RTVV. Dicen que no hay peor ciego que el que no quiere ver, y en esas parece que estamos. A Francisco Camps parece que no le gusta que le digan las verdades. ¿Puede explicar para qué convocó aquel teatrillo en el Palau rodeado de empresarios descorbatados? La respuesta es ahora más obvia que nunca: para cualquier cosa menos para escuchar a los convocados. Así que también sordo.