Uno de cada tres centros docentes de la Comunitat Valenciana presentará problemas básicos en el inicio del curso en infantil y primaria, previsto para el próximo día 8, según los sindicatos docentes y las asociaciones de padres de alumnos. Los problemas en las instalaciones (900 aulas prefabricadas o barracones) y los recortes en el número de profesores (900 menos en el curso 2011-2012) se presentan como las principales dificultades con las que arranca el curso escolar, marcado por las estrecheces económicas y por los recortes impuestos para rebajar el gasto de las administraciones públicas.

A pesar de que los responsables de la Generalitat, las diputaciones y los ayuntamientos, sean del signo que sean, proclaman una y otra vez que los recortes presupuestarios no afectarán a la sanidad ni la educación, la realidad que se aprecia en las aulas es bien distinta. Las plantillas de profesorado menguan; no hay fondos suficientes para sustituciones; la fiebre constructora de centros que se venía produciendo desde el año 2000 prácticamente ha desaparecido y el mantenimiento de los colegios e institutos es una tarea titánica por falta de presupuesto. De hecho, la Asociación de Directores de Instituto ha denunciado que Educación no ha abonado a los centros de secundaria los gastos de los últimos ocho meses, lo que podría significar que los centros no abran el próximo día 14 por deudas de luz, agua, teléfono, material o gas para la calefacción.

Así las cosas, los responsables autonómicos han de hacer un esfuerzo de gestión ya que, si bien es posible retocar algunas partidas, la educación ha de elevarse como uno de los bienes supremos de la sociedad y es exigible que su calidad sea un objetivo estratégico.