Charles-Louis de Secondat, Barón de la Brede y de Montesquieu (1689-1755) Escritor y político francés fue uno de los representantes más destacados del pensamiento de la Ilustración y uno de los padres de las democracias actuales. Nos dejó un precioso legado: las bases de la Democracia en su inapreciable libro "El espíritu de las leyes (De l'esprit des lois. Él propagó la Separación de Poderes del Estado, a saber, Ejecutivo, legislativo y Judicial. Este es un requisito obligatorio para evitar la temida acumulación de poder por el gobernante, su carencia lleva a la corrupción del propio Estado. Este abuso es antiguo, ya los griegos en tiempos de Pericles los combatieron condenando al ostracismo, es decir, a la expulsión del corrupto durante 10 años de la ciudad de Atenas. Las nacientes democracias occidentales abrazaron a Montesquieu y desde entonces, a pesar de su muerte, ha seguido viviendo entre nosotros.

En España los políticos, y quiero remarcar especialmente que han sido todos y de todos los colores, han matado a Montesquieu y descaradamente nos han vendido una falsa democracia. Han conseguido convertirla en un triste títere para poder manejar las cuerdas a su gusto. La han convertido en un instrumento ideal para obtener sus propios fines particulares. Ningún Estado puede permitir el Abuso de Poder de su Gobierno y por ende, la corrupción. Se deben mantener estancos e independientes los tres Poderes.

Veamos lo que pienso que ocurre en España: Con las Listas Cerradas el líder castiga a los senadores y diputados que no se sometan a su voluntad y pensemos, que éstos, son el Poder Legislativo, por lo que éste estará absolutamente controlado por el Ejecutivo al no existir libertad de voto. Siempre se legislará a gusto del Ejecutivo. En las votaciones de importantes leyes, los diputados olvidarán su voto en conciencia y estarán muy pendientes de observar y contar los dedos de la mano levantada del portavoz de su partido y después, votarán en consecuencia con la orden recibida.

En la práctica, vemos que los políticos legislan buscando su complacencia: aforamientos, reglamentos de las Cortes, jubilaciones, cargos, dietas, donaciones y auto-subvenciones a sus partidos, sueldos, etc. Se auto-justifican diciendo que son los "representantes" del pueblo y que lo que ellos quieren también lo quiere el pueblo.

Respecto al Judicial, este poder se debería limitar a controlar que sus órganos ejecuten las leyes. Se vulnera su propio espíritu al mantener las cuotas de los partidos mayoritarios en su seno, por lo que indirectamente podrían resolver a favor del que más miembros afines mantenga en el mismo. La Ley debe ser ciega para no poder ver a quién juzga y de ese modo ser ecuánime en sus decisiones. De la Fiscalía ni hablemos pues la nombra directamente el Gobierno.

No se han conformado con interferir en el buen funcionamiento de esos poderes, sino, que han tratado de hacerlo en el cuarto y el quinto poder.

El Poder Financiero. En cuanto a las Cajas de Ahorro, ha sido vergonzoso el poner al frente de las mismas a políticos de un signo u otro en función de cuotas de representación obtenidas en cada una de las CC.AA. Así nos ha ido, ahora tenemos que reflotarlas con nuestro dinero y, por supuesto, nadie es responsable del despilfarro. Todos se van de rositas. Deberían legislar y castigar penalmente el despilfarro. Pero, ¿Cree alguno de ustedes que legislarán en su contra?

El Poder Mediático: por excelencia es el creador de opinión del pueblo. Los Gobiernos de turno intentan hacerles guiños para conseguir de ellos portadas amables. Esa exposición de hechos noticiables debería ser ajena a la ideología de cada medio, otra cosa será el punto de vista que le de cada uno.

¿Quién puede pensar que un político es capaz de pensar en otra cosa que no sea su propio interés egoísta? Están denostados, pero, sin duda, se lo han ganado a pulso.

Se atribuye a Alfonso Guerra la triste frase de "¡Montesquieu ha muerto!". Yo creo que no ha sido de muerte natural, y si, que lo han matado nuestros políticos. Espero que llegue un Jesucristo capaz de decirle "Levántate y anda".

Así y todo, les deseo muy buenos días, diciendo ¡¡Viva Montesquieu!! y ¡¡Muera la Corrupción!!