Hay dilemas y dilemas. Si yo digo: ¿qué prefieres un susto o la muerte? O si planteo: ¿eres tonto o qué?, estoy planteando un par de dilemas que realmente no lo son: se trataría de un falso dilema que, utilizado en una argumentación, daría lugar a una falacia. Que se trata de una falacia argumentativa lo prueba el hecho de que sólo se me permita contestar que o bien «soy tonto», o bien «soy o qué», situación que desde el punto de vista argumental constituye una descortesía y una limitación de otras posibles alternativas. Pues bien, el portavoz del Consell y vicepresidente de la Generalitat, José Císcar, planteó un falso dilema para justificar el despilfarro-atraco cometido por los gobiernos de Zaplana y Camps. Dijo: «Si le pusiésemos (a cualquier ciudadano) en la disyuntiva de que desaparece la Ciudad de las Artes y las Ciencias o desaparece la deuda, yo creo que se quedaría con la Ciudad de las Artes y las Ciencias». ¡Hombre, don José! Yo no le discuto la creencia, en cuanto creencia. En cualquier caso deberíamos llevar a cabo la consulta sobre la disyunción en sus justos términos. Es decir, y por ejemplo: «Usted, qué prefiere una Ciudad de la Artes y las Ciencias (donde, por cierto, apenas hay arte y ciencia) y que ha costado tres (o 33) veces lo presupuestado con sobrecostes de 1.100 millones de euros y con un coste de mantenimiento que te cagas y encima no pagas o (esta o es la disyunción) estar en el paro, que te rebajen el sueldo, te suban el IBI un 10% y el IRPF, la tasas de basura, el agua, el autobús, te recorten las prestaciones sanitarias, no paguen las medicinas a las farmacias, recorten en educación, desmantelen las líneas de investigación científica y la 2 del metro, en fin, que arruinen tu país desde el Sénia al Segura hasta la próxima generación». ¿Eh? Habría que ver cuantos contestan que «son tontos» y cuántos que «o qué.

¿Es el mismo Vela el que en los presupuestos del pasado, cuando desgobernaban ellos, nos decía que íbamos viento en popa a toda vela y que en el presente, cuando siguen cabalgando, digo, desgobernando ellos, nos dice que estamos a dos velas?

Dijo Rita Barberá, en las primeras semanas del juicio al ex: «La sociedad valenciana le debe mucho a Camps». Debe ser cierto, pero la verdad es que nunca creímos que fuera tanto lo que debíamos. ¡Qué fino olfato tiene esta mujer! También dijo Camps que ha recibido «millones de llamadas de apoyo». A mí me pasa lo mismo: llevo quince días sin Escrivivir y el teléfono de Levante-EMV está que arde. En fin: debe ser por eso que está en el banquillo del juzgado como un alumno de la ESO en clase: en cuanto se descuida el juez, ya lo tienes enganchado a la blackberry.