Descubrí a dos franceses —Jerôme Duval e Yves Julien (economistas)— que imparten seminarios y escriben sobre esta materia que tanto nos abruma a tantos: auditoría de la deuda. Cachis , para una que ha pertenecido al gremio llamado frívolo de los cómicos, esto una montaña dura de escalar. Más o menos esgrimían que lo de la crisis financiera de 2008 es algo muy distinto a lo que sucede ahora. O sea, que la trillada crisis es la que sufrimos la población y las instituciones públicas con los recortes. Los gobernantes y los mercados financieros —es decir: bancos de inversión, fondos de pensión carroñeros y aseguradoras— vienen especulando con la deuda (desde que se desregulariza a los mercados y con el tratado de Maastrich) y extraen suculentos beneficios a costa del empobrecimiento y exclusión social de los ciudadanos. Se especula con los intereses a pagar y dichos intereses se recortan en gasto social: en educación, desempleo, pensiones, justicia, igualdad, cultura o servicios sociales.

Sin embargo, no son los gastos públicos los que han generado un incremento de la deuda del Estado español. Medidas como la supresión del impuesto de patrimonio o la bajada de impuestos sobre sucesiones y donaciones, han favorecido a los más ricos y han incrementado el déficit, con un dudoso beneficio para al conjunto de la sociedad española, según Duval y Julien. Por tanto, la lógica imperante de hacer pagar a la población las ventajas económicas conseguidas por un pequeño número de personas muy ricas a través de la deuda, parece una lógica algo dudosa.

Pero un asunto es el endeudamiento de un Estado (con letras, bonos...) que establece unos pagos en el tiempo, a corto, medio o largo plazo, y otro es un endeudamiento privado con los bancos donde se ha de pagar con dinero (capital) y de golpe, cuando acaba o vence el préstamo. El funcionamiento del Estado es ir endeudándose cada vez más para pagar las antiguas deudas y se emiten más letras del Tesoro para pagar los gastos por vencimiento de la antiguas deuda pública. En la página web del Ministerio de Hacienda sobre los presupuestos del Estado, pueden seguirse los pagos de la deuda pública desde el año 2000 hasta el 2011. Y se observa que el Estado ha reembolsado tres veces la deuda pública. Sin olvidar que el banco privado de los bancos privados europeos es el BCE, que costeamos con dinero público y presta al 1%, mientras ellos lo dan al 5%, como mínimo.

O sea que los intereses tan enormes que han exigido los bancos, la financiación privada de la deuda pública, es lo que aumenta una deuda que era insignificante, comparada con el resto de los países europeos de la UE. La cuestión a tener en cuenta, es: ¿Cuándo se dispara esa deuda?¿Cuándo se permite a la banca, con operaciones de casino, agencias de calificación privadas, dictar las reglas del Estado español? Cuando se produce la quiebra de la banca con sus operaciones de casino en todo el mundo y no se la frena para que deje de comprar deuda pública y especular con ella. Yves Julien se pregunta si son más importantes los reembolsos de intereses a la banca privada que los intereses y derechos de los ciudadanos. Se le llama deuda odiosa.