Comprendo la defensa que hace Sal.lus Herrero de Pompeu Fabra por su manifiesta consanguinidad. Al fin y al cabo fue el ingeniero catalán el que, en su laboratorio lingüístico y con idéntico paralelismo político que el nacionalismo romántico alemán, suprimió de un plumazo haches intercaladas y finales, cambió la conjunción "y" por "i", suprimió el uso de los grupos "tg" y "tj" en final de palabra, modificó el dígrafo africado "ch" en beneficio de una fricativa "x", oficializó el "amb" eliminando "en", cambió en todos los sufijos "isar" las por "tz" y, finalmente, adoptó las "eles" geminadas (l.l) como sustituto la "elle" (ll) para que al decir "Sal.lus" Herrero su pronunciación evocara los ambientes románticos de principio de siglo, impregnados por el perfume del edelweiss pangermanista más embriagador.

La defensa que el romántico Sal.lus Herrero hace del ingeniero catalán es notoriamente militante, exagerada, extravagante, casi diría que filial, recurriendo para ello a la descalificación personal del adversario, un servidor, cosa que, por otro lado, cabe en el guión del debate. Pero lo peor es que en su empeño de desagraviar al Menguele catalán, padre de su geminado nombre, cae en la critica despreciativa y burlesca hacia la lengua valenciana "..des de que sé que el valencià és el Genesi, al principi no era el verb, era el valencià, i el valencià era Déu, el valencià estava en Déu", se m´han llevat tots els "complexos" i les "enveges" davant el catalans: el valencià és primer que el català, que és com si diguerem "la costella" del valencià" (Sal.lus Herrero, LEVANTE EMV 23/05/2012).

La categoría supuestamente científica del término "romanística" es del todo punto una leyenda recurrente para menospreciar cualquier opinión disidente del esencialismo nacionalista catalán. La "romanística" es un concepto unitarista y excluyente con el que el catalanismo nacionalista pretende ahogar y silenciar las tesis de eminentes filólogos y expertos en romanística hispana que defienden sin ambages que la lengua valenciana es anterior a la lengua catalana.

Yo no soy filólogo pero para defender lo que defiendo lo hago con criterios de eminentes filólogos, historiadores, medievalistas, politólogos, juristas y sociólogos que estudian las lenguas en sus diferentes dimensiones. El mito de que la lengua es de los filólogos es algo que científicamente no se sostiene. Como tampoco el notario es dueño de lo que se vende en una escritura por él intervenida. Las lenguas son de quienes las hablan. Y las lenguas las estudian todos aquellos que, con un criterio científico, analizan sus diferentes vertientes.

Pero como lo que si he estudiado es derecho y varios cursos de doctorado de ciencia política y constitucional, me permitiré defender científicamente lo que creo, aportando las pruebas de autorizados filólogos, historiadores, medievalistas, politólogos, juristas y sociólogos que estudian las lenguas en sus diferentes dimensiones, repito.

Prueba 1.- "Es la lengua valenciana la primera lengua romance literaria de Europa, de cuyos clásicos no sólo aprendieron catalanes sino incluso castellanos" (Menéndez Pidal, filólogo).

?Prueba 2.- "Pero es el caso que Valencia no quiere ser otra cosa que Valencia. Su lengua, la valenciana, difiere lo bastante de la catalana para poder permitirse gramática y vocabulario propios". (Salvador de Madariaga, historiador).

?Prueba 3.- "Los dialectos de la lengua lemosina son la catalana, valenciana y mallorquina. La catalana ha recibido muchos vocablos de la francesa; y la valenciana, de la castellana€" (Gregorio Mayans Ciscar, historiador y lingüista).

?Prueba 4.- "La existencia de un substrato ibérico debe de ser considerada como un primer factor de diferenciación (cultural y lingüístico) entre Valencia y la Cataluña oriental". (Jose Maria Guinot y Galán. Doctor en Filología Románica).

?Prueba 5.- "La noción de catalanismo como la lengua madre de la valenciana y de la balear es falsa históricamente. Las manifestaciones culturales baleáricas y valencianas son muy anteriores a las del catalán". (Torcuato Luca De Tena, miembro de la Real Academia Española de la Lengua).

?Prueba 6.- "El valenciano es la lengua hablada en la mayor parte del antiguo Reino de Valencia, y pertenece al grupo románico de las lenguas de inflexión indoeuropeas, hermana del castellano, francés, italiano, portugués y rumano". (P. Lluis Fullana, filólogo, primer Académico de la Real Academia Española de la Lengua).

Prueba 7.- "... lo que se intenta imponer en Valencia y Baleares, como lengua literaria, es el dialecto infame de Barcelona, provocando mas prevención la actitud presuntuosa de los "barcelonins" que la actitud general de Cataluña lo que, es totalmente anticatalán, ya que en estos lugares nunca se aceptará que un dialecto tan infecto como el de Barcelona se pueda imponer como una lengua nacional". (Historiador catalán y Doctor Honoris Causa por 11 universidades, Premio Príncipe de Asturias 1995 y Académico de la Real Academia de la Historia, Jaime Batllori).

Prueba nº 8.- "¿Qué derecho o categoría tiene el barceloní ante el balear, occidental i la lengua valenciana? Dar al barceloní tal derecho y categoría ¿no es tal vez crear un centralismo lingüístico? (Antoni Maria Alcover, lingüista mallorquín).

Lo que busca el alquimista Pompeu Fabra es dar entidad idiomática a una lengua postrada históricamente por su propio pueblo para construir sobre su nuevo invento toda una identidad política que diera sustento a los sueños del nuevo esencialismo catalán que era y sigue siendo, una burda copia del nacionalismo romántico que dominaba Europa a principios de siglo. Pompeu Fabra busca huir de las raíces provenzales y francesas del catalán y del catalanismo, y vaciarlo de posteriores influencias castellanas y españolas. Pero a la vez, busca crear una normativa unificadora con el valenciano y mallorquín para dar rienda suelta a su colonialismo nacionalista y otorgar un sustrato lingüístico a su locura paranoide dels "paissos catalans".