El título de este artículo bien podría ser el mensaje subliminal que nos lanzó el presidente del Gobierno en su comparecencia en el Congreso de los Diputados este miércoles. Vemos con preocupación cómo el Gobierno central nos arrastra al peligroso juego del «menos por más»: más recortes, más ajustes, más subidas, en definitiva, más esfuerzo, a cambio de menos consumo, menos sueldos, menos derechos, menos futuro. O al menos, ésa es la primera impresión tras conocer los últimos ajustes presentados por el Gobierno para satisfacer las exigencias de la Unión Europea y conseguir los 100.000 millones para rescatar la banca que nuestro país necesita.

Como empresarios, somos conscientes de la difícil situación que atraviesa España y de la gravedad de los ajustes que se nos exigen, pero entendemos que ha llegado el momento de exigirle al Gobierno hechos que justifiquen nuestros sacrificios. Si este tremendo varapalo a nuestra economía es para que la UE nos preste los 100.000 millones del rescate a la banca, me permito reclamar lo siguiente con cierta ironía:

-Que el Gobierno de todos los españoles exija a los bancos que, con absoluta e imponderable contundencia, haga fluir el crédito entre las familias y las empresas

-Que el Gobierno le exija a la banca que no se atreva a hacer negocio con los intereses de los créditos y que establezca férreos sistemas de control para que lo cumplan a rajatabla.

-Que los bancos nos informen a todos los españoles de cómo nos van a devolver los 100.000 millones que les vamos a prestar vía UE.

-Que el Gobierno nos explique también por qué nos dice que la subida del IVA nos equipara con el tipo que se paga en otros países de la UE pero no equipara los impuestos directos que se tributan en otros Estados, como Francia o Alemania, donde pagan más los que más tienen.

-Que, por favor, nos diga por qué sigue protegiendo las sicav y no actúa con contundencia contra los grandes fraudes fiscales.

-Que esté a la altura de los españoles y sin más tardar nos anuncie medidas concretas que permitan una cierta reactivación económica, aunque solo sea a medio plazo.

-Que no me quite la esperanza en el futuro.

Me permito esta ironía porque lamentablemente empezamos a acostumbrarnos a que cualquier medida que sale del Gobierno se ceba con los más débiles sin ni siquiera ajustarse a las necesidades actuales. Si hace falta incentivar las contrataciones, nos suben los impuestos. Si hace falta que la financiación llegue a las pymes y a los consumidores, la banca nos entorpece y encarece el acceso a la misma. Y si hay que reactivar el consumo, gravan los bolsillos de los consumidores con subidas de la luz, el agua, el IVA y reducción de salarios.

Si como siempre hemos mantenido, somos las pymes las que finalmente vamos a rescatar este país, el Gobierno tendrá que cumplir con su responsabilidad y presentarnos cuanto antes un programa de medidas que sirvan de verdad a las pequeñas y medianas empresas para crear empleo y generar riqueza, y evitar que los durísimos ajustes adoptados esta semana por el Gobierno se conviertan en más notas de la marcha fúnebre de nuestra economía.