En las Cortes Valencianas, Ricardo Costa se refirió al fondo de liquidez autonómica (FLA) de Rajoy como «fondo de liquidación autonómica». Un lapsus que reveló lo que los populares nos ocultan: es un fondo concebido para liquidar autonomía bajo el pretexto de obtener liquidez.

Rajoy sabe que muchas comunidades tienen próximos vencimientos de deuda de gran cuantía, y entre ellas la valenciana, campeona del endeudamiento. Y sabe además que ese pago no está presupuestado, ni la comunidad puede emitir deuda para pagarlo, porque los inversores huyen de la deuda valenciana clasificada como bono basura. Rajoy ha decidido aprovecharse de la situación y con el FLA crea un mecanismo para liquidar autonomía. Un mecanismo maquiavélico y bastardo, porque nada tiene que ver con el loable fin de que las comunidades hagan frente a su deuda: quien quiera FLA «voluntariamente» ha de aceptar una tutela de sus cuentas desde Madrid y una serie de condiciones, muchas aun por determinar.

Los Presidentes de las Comunidades gobernadas por el PP callan ante esta forma de liquidar autonomía porque satisface el alma centralista de su partido, a la vez colaboran en la liquidación convirtiendo en un gran negocio la sanidad y educación, negocio que pagaremos caro y del que se beneficiarán unos pocos. Fabra además fue el primero en dar el si quiero a Rajoy sin saber el interés que pagaremos por ello y sin discutir las contrapartidas. El PP nos vende el entreguismo de Fabra con un engaño más: dicen que con el FLA se pagará lo que se debe a farmacias y demás entidades. Esto es falso porque el FLA no aporta ni un euro a lo que la comunidad tiene presupuestado; solo sirve para renovar la deuda que vaya venciendo (Fabra ha solicitado 2.000 millones) y para emitir la deuda ya presupuestada en 2012. Así pues, con el FLA no se pagará lo que se debe de ejercicios anteriores a ayuntamientos, residencias de mayores, centros ocupacionales, ONG, dependencia, institutos tecnológicos, y un largo etcétera de entidades.

El PP no quiere decir la verdad a los valencianos, no dice que este año pagamos dos millones de euros al día de intereses y, como consecuencia de la gestión de Fabra, el próximo año serán más de tres millones diarios. Con este dinero se generarían decenas de miles de puestos de trabajo, se eliminarían barracones en los colegios y la sanidad pública no estaría a la venta del mejor postor. Lo que hay que liquidar, pues, es la forma de gestionar del PP y no la autonomía. Liquidar autonomía es liquidar educación, sanidad y servicios sociales, porque eso son las autonomías en un 80% de su presupuesto.

El que haya autonomías como la valenciana, que con el PP ha gastado lo que no teníamos en lo que no necesitábamos y nunca ha reivindicado ante los suyos la financiación e infraestructuras que los valencianos nos merecemos, no justifica retroceder en autogobierno. Hoy mas que nunca, cuando se ataca sin piedad al estado del bienestar, tenemos que reivindicar mas y mejor autonomía.