La ministra de Fomento Ana Pastor compareció ayer en el Congreso para explicar los objetivos del nuevo Plan de Infraestructuras para la década 2014-2024. Y las noticias aportadas son, cuando menos, contradictorias. De entrada, la inversión media anual se reducirá a un porcentaje medio anual inferior al 1% del PIB, lo que supone una inversión total en los diez años de unos 110.000 millones de euros, en «coherencia con la política económica de consolidación fiscal». Pese a que la ministra no enumeró los proyectos concretos incluidos en el nuevo programa de inversiones, sí trascendieron las obras programadas en la red viaria de alta velocidad. Y por lo que respecta a los intereses de la Comunitat Valenciana, llaman la atención tres en particular. Como era de esperar, se incluye el corredor mediterráneo, pero una vez más sin fechas concretas de ejecución. Y la prolongación de las vías hacia el sur depara dos sorpresas. Por un lado, la inclusión de dos trayectos entre Valencia y Alicante, uno por el interior y otro por la costa. Y en segundo lugar, aparecen también dos tramos prácticamente en paralelo entre Almería y Algeciras. Aparte de nuevos recorridos por la cornisa cantábrica o la conexión pirenaica con Canfranc. Objetivos éstos poco menos que irreales „sobre todo si se tiene en cuenta la mencionada reducción presupuestaria„ que sólo persiguen contentar a todo el mundo pero que dejan una vez más en el aire las inversiones que de verdad interesan a la Comunitat Valenciana.