Opinión

El amor del PP por Colombia

El expresidente del Gobierno José María Aznar, azote de su sucesor José Luis Rodríguez Zapatero por su política antiterrorista que culminó con el alto el fuego definitivo de ETA, acompañó ayer en Valencia al mandatario colombiano José Manuel Santos, que recibió el Premio Convivencia de la Fundación Broseta en reconocimiento a su lucha contra el grupo guerrillero FARC. Ese grupo con el que precisamente se ha sentado a negociar, primero en Oslo y en los próximos días en Cuba. Resulta llamativo este posicionamiento por parte de quien se ha erigido en el más furibundo crítico „él y sus corifeos„ de cualquier tentativa de diálogo con los etarras. Aunque, claro, no son lo mismo unos terroristas que unos guerrilleros. O a lo mejor es que se ha vuelto a dejar llevar por la vieja querencia de su partido hacia Colombia, como ya demostró en el año 2000 el entonces presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, quien no dudó en recibir por todo lo alto al entonces dirigente guerrillero de las FARC, Raúl Reyes, sin que hubiera a la vista ni alto el fuego ni rendición alguna.

Tracking Pixel Contents