Opinión

Cultur-arts

María José Muñoz Peirats

Qu´est-ce que c´est? No entiendo nada. Recuerdo cuando se creó el Ivaemc (nombre difícil de pronunciar) que cumplió una etapa, pero luego, quizá, percibieron que era mucho mejor que cada manifestación artística se desarrollara por su cuenta, porque, aunque todo es arte y todo es cultura, no se puede unir en pro de la mayor eficacia, ya que cada una tiene su propia idiosincrasia. A mí me suena como a MultiCines (con todo respeto a los multicines) o a una de esas ferias que concurren en la Feria Valencia.

Viví una época en la que ciertos políticos, y digo sólo algunos, entendieron muy bien cuál era la labor del político frente a la cultura y al arte: dejar la dirección artística en manos de verdaderos profesionales sin importar cuál era su ideología. CulturArts suena a un nuevo invento político y estamos ya hartos de esos inventos nuevos en las leyes de educación, de arquitecturas, de grandes eventos€ hartos de que cada político quiera dejar su sello. Se han realizado, en todo el país, grandes construcciones en pro de la cultura, vacíos de contenido. Contemplo nuestra Ciudad de las Artes y las Ciencias y hay muchas cosas que me gustan. Discrepo de la diputada Mónica Oltra cuando dice que Valencia no necesita un Palau de l´Òpera porque no hay tradición operística y sugiere visitar l´Albufera. ¿De qué sirve el Ágora? El señor Calatrava se ha debido de quedar muy contento de su Valencia natal, donde ha hecho que las cuentas bailen y bailen y se desplomen en una danza maldita llena de chapuzas.

La otra noche vi el magnífico programa Salvados, de Jordi Évole, y me quedé perpleja con la Ciudad de la Cultura de Galicia: inmensa biblioteca casi sin libros; una monstruosa edificación, inacabada por falta de presupuesto. El periodista se preguntaba más o menos lo que todos pensamos: ¿cómo se puede realizar una edificación, por muy escultural o grandiosa que sea, sabiendo que el presupuesto se va a disparar y sin planificar su contenido ajustado?

No quiero caer en la trampa de ir en contra de los políticos, pero desgraciadamente para la mayoría de ciudadanos resultan decepcionantes. El político es un servidor que tiene que pensar sus actuaciones, porque tiene que rendir cuentas a quienes con su voto han confiado en él. Por favor, señores políticos, no inventen nombres que llevan a la confusión y como se pregunta Toni Benavent: ¿Un nuevo instituto político, sin ninguna base de acuerdo con los sectores afectados?

Se ha cerrado un teatro cargado de historia „el Talía„, se ha deshecho todo un archivo de documentación teatral€ Por favor, señores políticos, dejen en manos de verdaderos profesionales la cultura y dedíquense a ser buenos gestores.

Y yo tengo setenta años y ya no me callo.

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