Opinión

El lobo debería asustar

Durante años, algunos divulgadores, científicos a sueldo y políticos oscuros han menospreciado los informes sobre el cambio climático. Ahora han cambiado su discurso, arrastrados por una corriente mayoritaria convencida y temerosa de lo que ocurrirá si no actuamos, aunque en el fondo hacen muy poco para favorecer la adopción de medidas eficaces. En el otro lado, numerosos estudios han anticipado el desastre. Proyectan hacia el futuro lo que ocurrirá si no actuamos ya y lo que ven no gusta a nadie. Asusta.

Sin embargo, tras unos años en los que este discurso calaba en buena parte de la sociedad, parece existir ahora una cierta relajación injustificada: este no es el cuento del lobo y los tres cerditos.

Ayer, la Agencia Europea de Medio Ambiente advertía de que el cambio climático «está afectando a todas las regiones de Europa, causando una amplia gama de impactos sobre la sociedad y el medio ambiente». Se esperan «mayores impactos en el futuro», lo que podría causar daños que tendrán un «elevado coste». Algunos se dirán qué otra cosa podría afirmar una institución que se llama de «Medio Ambiente» , pero ¿y el Banco Mundial? ¿Quién le ha invitado a decir en un informe que en el año 2060 la temperatura global aumentará unos cuatro grados centígrados si no se adoptan medidas urgentes?, o que el calentamiento tendrá consecuencias «desastrosas» para todas las áreas costeras del mundo.

En este marco de preocupantes noticias, un estudio elaborado por el Centro Nacional de Investigación Atmosférica (NCAR) de Estados Unidos publicado en «Science» aseguraba que el aumento de la temperatura global puede ser mayor de lo predicho hasta ahora. Las consecuencias, según el informe, un mayor número de inundaciones y sequías, tormentas más devastadoras o el aumento del nivel del mar.

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