Opinión

Rajoy, año i

La apuesta de Rajoy consiste en aplicar en España las recetas de la troika («el ideario neoliberal germanizado», lo llama Miguel Mora), sin entregar por completo la soberanía y rebajando algo el amargor de la pócima. Es imposible saber si el tratamiento servirá, o llevará al borde de la muerte a los países que lo reciben, lo que abriría otro escenario. De ese resultado a medio y largo dependerá el juicio que merezca Rajoy, por lo que un balance de cabo de año resulta impropio: depende cómo salga todo. Si la medicina funciona saldría un país más competitivo, pero bastante más injusto. Ahora bien, ni hay que pedir peras al olmo ni medir a un dirigente de la derecha con los valores de la izquierda. Para mí el mérito de Rajoy es el de gobernar el barco en medio de la galerna, sin descomponerse, precipitarse ni dejarse presionar por una tripulación tan bronca como la del PP. No es poco.

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