Opinión

La familia bien, gracias

El rey hospitalizado desayunó dos huevos fritos el domingo. A esas horas los catalanes acudían a su cita con las urnas pero en casa de los Urdangarin-Borbón metían prisa a los niños porque había que ir a ver al abuelo. El domingo es día de paella, visitas hospitalarias y reuniones familiares y, en España, también de comicios. Quizá porque confluían todos esos factores „y los sondeos confirmaban la caída de Mas pero también el ascenso de ERC, no pierdan de vista la ´R´ de las siglas„ alguien debió pensar que era mejor que una familia real unida (¿?) hiciera piña en la clínica San José en torno al monarca. Aun con su oveja negra. Pero con matices. A un lado, la casa. Al otro, la corona. Es decir, por una parte los protocolariamente desterrados duques de Palma con Elena y doña Sofía, que ya se había descarado en su papel de abuela por encima del de reina. Por otra, el heredero, su esposa y las niñas, una de ellas „hoy por hoy„ continuadora de la dinastía. La familia bien, gracias, vino a decir el príncipe a la salida. Y, como Rajoy, «no me hable de política ahora, por favor». Que es domingo.

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