Opinión

La afonía del tenor heróico

G.Garcìa-Alcalde

Artur-Sigmundo no ha conseguido extraer la espada Notung del fresno donde Wotan la clavó en espera del héroe libertador. Otros fracasaron antes que él, y habrá más intentos hasta que "La necesaria", blandida por Sigfrido, gane la soberanía de Cataluña o acabe pudriéndose en el tronco leñoso. Los amigos wagnerianos de Barcelona han podido constatar la diferencia entre la formidable escena tantas veces aplaudida en el Liceu y la cruda realidad de la calle. El president pasó en hora y media de tenor heroico a tenorio comprimario. La perfecta escenificación de Durán y Lleida en la primera rueda de prensa que dieron juntos tras la debacle, acabó de ilustrar la caida. Desde atrás y en plano más bajo por estar sentado, el eterno segundón, líder del partido asociado que nunca se cita salvo en siglas, controlaba, repetía, explicaba o corregía las palabras del héroe vencido, que repitió obsesivamente la imposibilidad de gobernar solo, cosa bien sabida sin tanta insistencia. Durán martilleaba en ese yunque sin espada, y ambos dejaron muy claro que, tanto para sostener el referéndum como para congelarlo necesitan el apoyo de otras fuerzas, ERC para lo primero y el PSC para lo segundo. No sería lo mismo, sino todo lo contrario, pero el dilema queda abierto. El momento sublime fue aquel en que Durán y Lleida perdonó la vida a Más afirmando que a éste "no se le ha pasado por la cabeza dimitir" y, además, "nosotros no le dejaríamos", El acento y la sonrisa paternales no dejaban duda: o Mas consigue un buen pacto y es reelegido sin mayor desgaste, o tiene la puerta abierta para irse antes de que le echen. La culpa es unipersonal, dejó entender el veterano segundón, acariciando tal vez la oportunidad de que Unió Democrática debute al fin en el rol principal.

Así de madrastra es la épica política en estos años de cambio profundo, donde nada importa más allá del dinero. Salvo convergentes y socialistas, todos han crecido en el Parlament, donde incluso ingresa una opción extremista que califican de xenófoba y antisistema. La opción de gobierno CiU-PSC nacería lastrada como entente de perdedores y necesitada de muchas espadas Notung para gobernar con autoridad en lo más profundo de la crisis económica. Y la opción CiU-ERC llevaría dentro el bicho voraz que deglutió 12 escaños nacionalistas (¿moderados?) para engordar a los otros. Nadie sabe hasta dónde llegaría esa transferencia si dan nuevas chances a los radicales, que lo tienen más claro que nadie aunque les tema la mayoría social de Cataluña. Mas y Duran descartan entenderse con el PPC, que fue su más próximo afín ideológico, porque le han acusado, hasta con nombres propios, de filtrar una presunta corrupción de líderes convergentes. Ya no pueden cambiar el paso, por aquello de que "quien calla, otorga". Ardua coyuntura, que mueve a muchos españoles a desear apoyo a los catalanes mediante los instrumentos de diálogo y negociaciòn atenidos a la Constitución que ellos mismos ratificaron con un 90%, en lugar de abandonarlos en el desolado jardín de un héroe sin espada, victima de su intrepidez.

El ocaso de los dioses es el final "wagneriano" por antonomasia. La solidaridad de una convivencia de siglos impone ahora evitar el descrédito mundial de dejarlo empeorar hasta las últimas consecuencias.

Tracking Pixel Contents