No es la empresa de ortopedia la que tiene la culpa en la historia de Adrián, el caso que ha sacudido las conciencias de muchos y movilizado la solidaridad de decenas de lectores de Levante-EMV dispuestos a pagar la prótesis externa para que la pierna del joven de Llíria se cure bien. Los ortopedas, como los farmacéuticos, los centros de empleo, las residencias de mayores, los abogados de oficio y otros tantos damnificados de los impagos y retrasos de la administración no son los responsables del mal funcionamiento de ésta, que ha tenido el privilegio de poder dejar a cero sus cuantiosas deudas con proveedores gracias a sucesivas operaciones de pago por cuenta del Gobierno español. Para sí quisieran esas soluciones familias como la de Adrián o las de los 600.000 valencianos inscritos en el paro. Si Sanidad pagara sin retrasos, la ortopedia podría haber aplazado el cobro y la prótesis de 153 euros no habría sacado los colores a toda una Comunitat.