Opinión

Barra libre universitaria

Julio Monreal

Si los rectores valencianos están que trinan porque la Generalitat quiere subir las tasas de los grados un 1 % y de los másteres un 10 %, puede uno imaginarse cómo estarán los de Madrid, para quienes su presidente, Ignacio González, les tiene reservada una subida media del 20 % para las carreras ordinarias. No hay un solo día de dicha en la enseñanza superior. Los planes de pagos no se cumplen, Wert sube la nota necesaria para las becas y grupos empresariales privados, cuando no la Iglesia católica, se empeñan en ampliar la oferta de titulaciones con proyectos atractivos, como el de Medicina en inglés que pone en marcha en Alfara del Patriarca la Cardenal Herrera-CEU, o arriesgados, como los ocho grados que prepara la Mare Nostrum en El Campello, también en la lengua de Shakespeare. Los gestores de universidades públicas, mientras, expresan su fastidio por lo que llaman «barra libre» de titulaciones, que no es otra cosa que competencia, y exigen avales científicos y educativos desde su pirámide funcionarial, demasiado alta, a veces, para ver la calle.

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