Opinión
Desarrollo territorial y ruralidad
Unas jornadas organizadas por la Universitat de València en Aras de los Olmos (La Serranía), en donde la institución académica tiene un excelente observatorio astronómico, y en la Facultat de Economía (Campus de Tarongers, L´Horta), que es el centro académico valenciano más sobresaliente en esa disciplina, nos han servido para volver a reflexionar sobre las desigualdades existentes en el territorio valenciano y, en particular, los contrastes entre el espacio urbano y el espacio rural. Una nueva oportunidad para analizar la situación actual de los pueblos valencianos y reflexionar en torno a las posibles alternativas de desarrollo futuro.
Los contrastes territoriales entre el medio urbano y el medio rural son patentes. Derivados de un modelo de ocupación del territorio que lejos de ser estático, se ha caracterizado (y se caracteriza) por un evidente dinamismo motivado por la acción del hombre que ha originado el actual dualismo entre el litoral y el interior. Diferencias territoriales modeladas durante siglos y aceleradas en las últimas décadas. En unos casos, la concentración de factores de producción ha facilitado el proceso de urbanización y con ello la consolidación de economías de aglomeración. En otros casos, se han adaptado economías de dispersión desde los propios centros urbanos, lo que ha facilitado el proceso de ruralización. Como señala el profesor Raúl Campés se trata de un desarrollo asimétrico, a la vez que complejo. La pluralidad es otro rasgo de los territorios rurales (valencianos), debida a la diversidad de dinámicas que inciden, tanto económicas como demográficas y sociales, en el propio agro. Con todo nos encontramos en un escenario territorial, el de la Comunitat Valenciana, definido por su dualidad, un litoral urbanizado y un interior ruralizado, si bien con matizaciones espaciales. Los criterios que habitualmente son utilizados para la identificación y la medición de la ruralidad, como el tamaño de los núcleos de población, la tasa de crecimiento demográfico, la densidad de población, la tasa de envejecimiento, la tasa de población activa agraria o la superficie forestal municipal, nos permiten reconocer en términos generales los espacios rurales valencianos. Cometeríamos un error si intentásemos delimitar la ruralidad sólo en las comarcas del interior castellonense, valenciano y alicantino, pues se trata de un hecho más extendido y más próximo a las urbes valencianas. De la misma manera que nos equivocaríamos si pretendiésemos tratar a los municipios rurales por igual, pues la pluralidad en sus tipologías se manifiesta de nuevo. Constituye un rasgo que se debe en parte a su localización en el territorio; de ahí las diferencias entre pueblos ubicados en la montaña, en los valles del interior, en los piedemontes o en los llanos litorales, todos ellos rurales, y tan distintos. La imagen que tenemos de esta variedad de municipios está condicionada según el profesor Marcelo Royo por, además del paisaje, por los rasgos propios de la sociedad local y de su respectivo patrimonio cultural.
Los espacios rurales forman parte del sistema territorial valenciano al igual que los espacios urbanos. Durante décadas, especialmente en los años del desarrollismo español y primeros años de la democracia (1960-1990), la relación de dependencia entre los territorios rurales y los urbanos ha estado condicionada por la funcionalidad agraria, de manera que el papel ejercido por la ruralidad fue el de espacios periféricos subsidiarios de los urbanos, garantes del suministro de alimentos agrícolas y ganaderos, de fuentes de energía, de materias primas para la construcción y de recursos humanos. Esta función no ha cesado. Sin embargo en las últimas dos décadas junto con el mantenimiento del suministro de necesidades urbanas tradicionales han aparecido nuevas necesidades urbanas, mediante la provisión de otros bienes y servicios relacionados con la dimensión residencial, la ecológica y la turística. A partir de los años 90 se aprecia una ampliación de las funciones del medio rural respecto al urbano, definidas por una pluriactividad interna acompañada de una multifuncionalidad externa, como señala el profesor Javier Esparcia. El espacio rural valenciano se concibe hoy por hoy como un cúmulo de funciones del pasado y del presente y, por supuesto, del futuro, que han ido variando y ampliando en relación a las transformaciones de los espacios urbanos y de sus ciudadanos.
Durante los últimos años se han realizado reflexiones, se han diseñado programas y se han llevado a cabo acciones dirigidas a la mejora de los espacios rurales, de sus territorios y de sus gentes. Las administraciones públicas en sus diferentes escalas de gobierno, las universidades, las asociaciones económicas y sociales, etc. han insistido en la necesidad de solucionar los desequilibrios territoriales y, por tanto, de abordar el desarrollo rural. Sin embargo, las desigualdades prevalecen. Desde los planteamientos teóricos (¡cuánto se ha reflexionado en esta temática!) y desde la experiencia acumulada tras la aplicación de programas de desarrollo rural de diferentes escalas territoriales (continentales, estatales, autonómicas, provinciales, supramunicipales y municipales), entendemos que cualquier iniciativa que pretenda el desarrollo de territorios rurales debería tener presente los siguientes postulados:
a. Es fundamental el conocimiento del territorio al que se pretende dotar de procesos de crecimiento. Como señala el profesor Santiago Cantarero es necesaria la identificación de los recursos territoriales propios de cada lugar, pues «no todo vale», así como la elaboración de diagnósticos acertados que permitan identificar los procesos externos e internos que condicionan la situación socioeconómica del territorio rural de referencia. Algunos autores manifiestan en ese sentido la obligación de «poner al descubierto las entrañas» del territorio y de los procesos que acontecen en él.
b. El desarrollo de los municipios rurales obedece a postulados que parten de visiones integrales, tanto en el planteamiento como en los diversos sectores que deben ser tratados. El profesor Raúl de Arriba insiste que el desarrollo no se debe limitar al crecimiento económico. Hay que huir de proyectos sectoriales, como los agraristas, cuando se pretende el desarrollo integral. Para ello se deben plantear acciones en términos económicos pero también sociales; acciones ligadas a la innovación y al conocimiento; a la utilización de recursos territoriales endógenos desde postulados que persigan la sostenibilidad.
c. En cualquier proceso de desarrollo rural se debe identificar los actores locales imprescindibles. En términos cinematográficos, los protagonistas indiscutibles. Por una parte, quienes deben ejercer el liderazgo local, es decir, los equipos municipales de gobierno y, especialmente, el/la alcalde/sa. Por otra parte, quienes deben ejercer de puntales y motores de la economía local, el empresariado local. Constituyen la base del emprendedurismo, que pueden adquirir diversos formatos como la empresa unipersonal, las cooperativas, etc., y son el origen de la creación de empleo en el municipio.
d. El desarrollo rural requiere un instrumento que permita el establecimiento de una hoja de ruta de las acciones a realizar. De las diversas posibilidades nos decantamos por la planificación estratégica participada. Es necesario fomentar un proceso basado en una programación, jerarquizada y organizada en el tiempo que abarque áreas estratégicas, líneas estratégicas, objetivos de línea y acciones, capaz de orientar la política local. Y todo ello desde una visión integral y basada en la participación de la sociedad local. La mejora de calidad de vida de la ciudadanía y la participación en la toma de decisiones deben ser un objetivo prioritario de cualquier iniciativa de desarrollo local, como señala Joaquín Martín Cubas, profesor y miembro de la Fundación El Olmo. En estos procesos de planificación es necesaria la identificación de cuáles son las preferencias y los objetivos colectivos (¿y particulares?) de los integrantes de la sociedad local. De la misma manera es esencial tener presente el conocimiento propio adquirido y generado por la propia sociedad local, que es tan importante como el conocimiento aportado por los expertos externos. Como indica el profesor Javier Esparcia es oportuno, si no esencial, proporcionar a ambos conocimientos, el tácito o implícito de las sociedades locales, y el explícito o científico de los especialistas, su justo valor e importancia cuando se pretende diseñar acciones dirigidas al desarrollo local de sociedades rurales. Requiere un esfuerzo de adaptación entre ambos conocimientos.
e. Finalmente, el desarrollo rural debe apoyarse e impulsarse mediante la creación y la consolidación de redes locales y regionales. Adquieren especial relevancia los «clusters» de perfil económico, aquellos que se basan en las relaciones de interdependencia de empresas productoras y empresas de transformación, así como empresas complementarias, todas ellas locales. De la misma manera resaltan aquellas redes de perfil social, apoyadas en asociaciones locales. Ambas redes son garantía de la participación activa y del diálogo social. Las sociedades rurales deberían tender a adoptar los principios de la gobernanza democrática.
Los diagnósticos territoriales correctos, la visión integral que precisa el desarrollo rural, la identificación de los principales agentes del proceso de desarrollo local, la planificación estratégica participada como instrumento ideal para el diseño del escenario futuro deseable por la ciudadanía, y la importancia de la implicación de las redes locales, constituyen axiomas de un proceso de desarrollo rural ideal, y sin embargo, realizable. Existen experiencias en el territorio valenciano que lo corroboran, si bien no exentas de dificultades y problemas. ¿Quién dijo que era fácil y sencillo?
- Manu vence en Pasapalabra y supera al histórico ganador del bote Óscar Díaz
- Conmoción en el Port de Sagunt tras el atropello mortal a un conocido ciclista
- La fallera mayor de Alzira confirma la denuncia: 'Vamos a por todas, me apartan como si aún hubiera una sanción
- Familiares de tres colegios de Paiporta: 'Ya está bien. Estamos en enero y nuestros hijos no pueden continuar así”
- La policía abate de un tiro a un hombre armado con dos cuchillos en Torrent
- Sanidad pagará por las secuelas de un paciente tras 30 horas de erección prolongada
- La nueva dana y el desplome de las temperaturas deja ya las primeras nieves en la Comunitat Valenciana
- Manu gana Pasapalabra y entra en el Olimpo de los concursantes