Opinión

El «Che» da alas al Santo Cáliz

La causa abierta para la declaración del Santo Cáliz que se conserva en la catedral de Valencia como patrimonio de la Humanidad, una causa difícil si hay que acreditar científicamente que esta, y no otra, es la copa que Jesucristo tuvo en su mano en la cena previa a su pasión y muerte, acaba de recibir un aliento inesperado. La Unesco, que es la que otorga esos títulos, tramita el reconocimiento de los escritos de Ernesto «Che» Guevara como «Memoria del Mundo». Se trata de unos textos originales que incluyen el diario que llevaba cuando militares bolivianos le dieron muerte en 1967. A instancias de Bolivia y Cuba, la decisión de reconocer los textos del Che como papeles de la Humanidad fue discutida en Corea y concluida en La Habana, cerrando un periplo geográfico digno del líder revolucionario argentino que ayudó a Fidel Castro e inspiró a varias generaciones de soñadores. Pero el Che no era Ghandi: su figura no despierta adhesiones unánimes. Si la Unesco sigue adelante es que se ha abierto la veda de títulos «de la Humanidad».

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