Opinión

Más control en el campo

Desde que arrancó la crisis, el robo en los campos y explotaciones agrarias valencianas ha ido en paulatino aumento. Las sustracciones no han sido menores. Su destino: surtir al mercado negro. Las fuerzas de seguridad puestas a disposición del control de plantaciones y explotaciones por parte de municipios y la Delegación del Gobierno no han resultado suficientes, como tampoco su reacción ha estado a la altura de las circunstancias en tiempo y forma. Así lo han venido denunciando reiteradamente sindicatos agrarios, horticultores y ganaderos que semana tras semana ven cómo su esfuerzo e inversión acaba desapareciendo impunemente o incluso se ha cobrado la vida de algún vigilante contratado por ellos mismos.

El último caso, producido en Alberic, es la imagen de un agricultor montando guardia de forma permanente en su campo para evitar el robo de su cosecha de sandías y melones después de comprobar de que a otro labrador de Alzira le desaparecían de golpe 6.000 kilos de su cosecha.

Ahora, después de un año de estudios, está listo un nuevo mapa de cultivos con el que se espera poder afinar la prevención ante posibles robos. Con él en la mano, las fuerzas de seguridad podrán saber mejor los ciclos agrarios de cada temporada, los plazos de recolección y optimizar la tareas de vigilancia. El mapa constituirá una gran ayuda para este fin, pero sólo servirá para combatir una parte del problema que afecta al mundo rural. Los canales de venta del género robado y el saqueo de viviendas e instalaciones agropecuarias requieren de una alerta permanente.

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